Contexto
Desde comienzos de 2006, miles de ciudadanos de los países del Sur han perdido la vida tratando de franquear las fronteras de Europa y millones de otros están actualmente condenados a vivir en clandestinidad y sin derechos. La respuesta política que se construye en el seno de la UE y que salió de la cumbre euro africana de Rabat (julio 2006) constituye no sólo una amenaza para los derechos fundamentales de los inmigrantes, sino que también para una política de cooperación realmente centrada en las necesidades de las poblaciones del Sur. En efecto, el primer objetivo, que los paises europeos buscan es la gestión de los "flujos migratorios". Para eso, se instrumentaliza la cooperación al desarrollo en nombre de un imperativo de gestinario que tiene como objetivo inscribir a los inmigrantes en un sistema selectivo de inclusión económica y de exclusión jurídica. Se trata para Europa de jerarquizar y deslocalizar los derechos tras un cálculo utilitarista que externaliza los costes de los cambios de nuestras economías e impone la clandestinidad y la represión como única respuesta política y social para algunos millones de habitantes que viven en Europa.
Las políticas actuales se apoyan sobre una premisa ideológica, según la cual, la reducción de los flujos migratorios descasaría sobre políticas más ambiciosas en cuanto a la cooperación al desarrollo. Tal premisa cae por su propio peso. A largo plazo, el desarrollo permite probablemente amortizar los flujos migratorios, pero a corto y medio plazo el despegue económico se traduce, por lo general, en un aumento de las migraciones.
No se habla de la cuestión de la coherencia de las políticas migratorias con las políticas de cooperación ni tampoco del resto de las políticas gubernamentales. Así, mientras se pretende aumentar las fuentes de financiación del Norte hacia el Sur, se externalizan al mismo tiempo los costes de los cambios de nuestras economías. Se pasa por alto el hecho de que cuatro millones de trabajadores sin estatuto administrativo en Europa constituyen una verdadera deslocalización in situ de la fuerza de trabajo que permiten importantes ahorros a las empresas del Norte y, más generalmente, al conjunto de la sociedad por : la ausencia de cargas sociales, la existencia de salarios de miserias, la casi ausencia de derechos sociales y por ende la imposibilidad de acceder a los servicios públicos, un efecto tapón que permite a la economía combinar un nivel determinado de salarios reales con una tasa de beneficio para las empresas, etc El cierre selectivo de las fronteras en función de los intereses económicos de los países industrializados y la adopción de una política realmente ambiciosa en materia de cooperación al desarrollo se vuelven entonces incompatibles. No hay, por lo tanto, una real coherencia posible entre las políticas de cooperación y las políticas migratorias sin tener en cuenta los complejos lazos entre las políticas Norte-Sur y las realidades migratorias como tampoco la hay en ausencia de un respeto incondicional a los derechos fundamentales de los migrantes.
Preconizaciones
En el ámbito nacional :
En el origen de los movimientos migratorios :
– Un apoyo reforzado de la prevención de los conflictos;
El refuerzo de los programas de desarrollo con un objetivo real de respuesta estructural a largo plazo que tenga como objetivo el despegue social y económico de los países y no la supervivencia de los más desfavorecidos;
– La elaboración sistemática de estudios de impacto sobre los efectos de las políticas comerciales, de cooperación y de los acuerdos de colaboración económica sobre las migraciones Sur-Sur y Norte-Sur, además de la elaboración de estudios sobre la relación entre los fenómenos migratorios, el cambio climático y la desertificación.
La movilidad internacional :
– La adopción de una ley de regularización basada en criterios objetivos, permanentes e independientes de la voluntad discrecional de la autoridad pública y la abolición de todas las medidas que obstaculizan a las posibilidades de reagrupación familiar;
– La puesta en marcha de programas que faciliten las migraciones circulares;
– La flexibilización de las normas relativas al acceso de los estudiantes de los países del Sur a los estudios superiores en los paises de la UE y un financiamiento creciente de las becas para los tres ciclos de la enseñanza superior.
– La aportación de la inmigración al desarrollo :
El reconocimiento del papel de los inmigrantes como actores del desarrollo;
– La puesta en marcha de programas que favorezcan el traspaso de competencias ;
– Puesta en marcha de un marco de tutela reforzada de las iniciativas de desarrollo a cargo de asociaciones de inmigrantes y de las comunidades de origen;
– La creación de sistemas financieros transnacionales que permitan a los inmigrantes transferir dinero a bajo coste y reforzar las posibilidades de invertir en los países de origen.
Relación entre financiación de la cooperación y la migración:
– No contabilizar las transferencias financieras de los inmigrantes como ayuda pública al desarrollo;
– Parar de incluir los gastos de acogida de los que piden asilo durante el primer año de procedimiento en las sumas destinadas a la ayuda pública al desarrollo.
En el ámbito europeo e internacional :
– Pedir explícitamente y formalmente a la UE que pare de imponer condicionantes de readmisión de los miembros de los países del Sur en los marcos de acuerdos de colaboración económica;
– Trabajar en favor de la adopción de una resolución que tenga como objetivo transformar financialmente y jurídicamente el HCR, para que proteja de verdad más a quienes piden asilo y a los refugiados que a los intereses de los gobiernos que los financian;
– La supresión de los visados de corta estancia, de todos los obstáculos para salir de un territorio y la justificación detallada y controlada del rechazo de visados de establecimiento con una equiparación exacta de las condiciones africanas y europeas para conceder este tipo de visados.
Benoît VAN DER MEERSCHEN,
Presidente de la Liga belga de derechos humanos