Belarús, una dictadura a las puertas de la unión europea

25/05/2016
Comunicado

No debemos cerrar los ojos ante la dictadura de belarús

¿Han oído hablar de Belarús? Es un país donde nueve millones y medio de personas viven bajo una dictadura. ¿Dónde está? Se sitúa a las mismas puertas de la Unión Europea. Probablemente no sabían que existía, pero no es demasiado tarde para actuar.

Belarús está dirigida con puño de hierro desde hace 21 años por un hombre llamado Alexandre Lukachenko.

A pesar de algunas medidas positivas tomadas a principios de agosto de 2015 (se celebraron elecciones sin signos de represión y se puso en libertad a los últimos prisioneros políticos), las violaciones de los derechos humanos van en aumento y son sistemáticas. Las defensoras y defensores de los derechos humanos y los periodistas están controlados y con frecuencia sufren hostigamiento. Es imposible crear una asociación independiente. Desde hace décadas, la oposición está totalmente ausente del parlamento. Es extremamente difícil obtener permiso para una manifestación. Aún se aplica la pena de muerte. En la primavera de 2016, se ejecutó a una persona a pesar de la oposición explícita de las Naciones Unidas. Esta ejecución era sintomática de la negativa del Gobierno para cooperar con la ONU e ilustraba la falta de voluntad de las autoridades de respetar los derechos humanos.

¿Qué hace la comunidad internacional al respecto? Continúa cerrando los ojos.
Además, Belarús aprovechó hábilmente un contexto internacional que jugaba a su favor, concretamente el conflicto entre Rusia y Ucrania. Belarús consiguió limpiar su reputación sirviendo como mediador entre los dos países.

En febrero pasado, la Unión Europea levantó las sanciones contra las personas responsables de las violaciones de los derechos humanos en Belarús y ahora las Naciones Unidas están a punto de retirar el último mecanismo internacional de observación de los derechos humanos en el país. El 30 de junio, el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU votará si se renueva o no el mandato del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Belarús. Es esencial para el futuro de la ciudadanía de este país que se mantenga al Relator Especial, ya que sin su ayuda, Belarús continuará siendo una dictadura olvidada:

1) Comparta el testimonio de las defensoras y defensores de los derechos humanos de Belarús que con valor denuncian las violaciones en su país. (EN)

2) Pida a quienes toman las decisiones políticas que continúen supervisando la situación de los derechos humanos en Belarús y hagan todo lo posible para mejorar la situación. (EN)

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