El 6 de septiembre de 2022, a las 15:00 horas de Minsk, tras 17 meses de investigación y más de cuatro meses de audiencias judiciales a puertas cerradas, el Tribunal de la ciudad de Minsk dictará sentencia en el juicio de Maria Rabkova, coordinadora del servicio de voluntariado del Centro de Derechos Humanos Viasna, y Andrey Chapiuk, voluntario de Viasna. Ambos fueron detenidos arbitrariamente el 17 de septiembre de 2020 y el 2 de octubre de 2020, respectivamente, en represalia por sus actividades pacíficas por los derechos humanos. Durante los casi dos años de detención, la salud de Marfa Rabkova se ha deteriorado considerablementedebido a la falta de atención sanitaria adecuada.
El juicio contra Marfa Rabkova y Andrey Chapiuk incluye a otras ocho personas y está en marcha desde el 25 de abril de 2022. Todos los acusados están falsamente acusados de organizar grupos criminales entre 2016 y 2020. Marfa Rabkova se enfrenta a cargos en virtud de diez artículos del Código Penal, entre ellos "organizar disturbios masivos", participar en ellos y entrenar o preparar a personas para que participen en ellos (partes 1 a 3 del artículo 293), "incitar a la hostilidad social contra el gobierno" (artículo 130) y "participar en una organización criminal" (parte 2 del artículo 285), y enfrenta hasta 20 años de prisión. Por su parte, Andrey Chapiuk está acusado de "participación en disturbios masivos" (Art. 293 de la Parte 2 del Código Penal) y "participación en una organización criminal" (Art. 285 de la Parte 2 del mismo Código) y se enfrenta a hasta ocho años de prisión.
El proceso contra ellos también se ha visto empañado por violaciones a los derechos humanos: tres de los acusados alegan que fueron torturados o maltratados de alguna manera por agentes de la KGB (Komitet Gosudarstvennoy Bezopasnosti) y las audiencias se están celebrando a puerta cerrada.
El motivo real de la detención y procesamiento de los activistas de Viasna parece ser las actividades de derechos humanos llevadas a cabo por la organización y su firme postura contra la represión del gobierno. Viasna ha estado durante mucho tiempo en la vanguardia del movimiento de derechos humanos bielorruso, siendo especialmente famosa por mantener una lista de presos políticos en Belarús, que ahora cuenta con más de 1.300 personas. En su caso, Marfa Rabkova animó a los voluntarios a participar en el trabajo por los derechos humanos, coordinó campañas de seguimiento de elecciones y protestas, y documentó las torturas.
Las represalias contra Viasna y sus miembros forman parte de una ofensiva más amplia contra la sociedad civil en Belarús. Sólo en 2021, las autoridades cerraron más de 275 organizaciones de derechos humanos y otras organizaciones independientes, por lo que no queda ni una sola ONG de derechos humanos que funcione legalmente en el país. Además, las enmiendas legislativas al Código Penal aprobadas en diciembre de 2021 reintrodujeron la responsabilidad penalpor "actuar en nombre de organizaciones no registradas o liquidadas".
La liquidación de todas las organizaciones independientes de derechos humanos por parte de las autoridades ha conducido, por tanto, a una criminalización de facto de la labor de derechos humanos. Los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, consagrados en los instrumentos internacionales de derechos humanos, incluido el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Blearús, han sido violados de forma grave y continua por las autoridades en los últimos años, lo que ha tenido un efecto amedrentador en la sociedad civil del país.
Las organizaciones firmantes condenan la actual detención arbitraria de Marfa Rabkova y Andrey Chapiuk, así como de Ales Bialiatski, director de Viasna, Valiantsin Stefanovic, miembro del Consejo de Administración de Viasna y vicepresidente de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), Uladzimir Labkovich, abogado y coordinador de la campaña "Defensores de los derechos humanos por unas elecciones libres", Leanid Sudalenka, abogado de la sección de Homieĺ (Gomel) de Viasna, y la voluntaria Tatsiana Lasitsa, y piden su liberación inmediata e incondicional, incluyendo la anulación de las condenas de Sudalenka y Lasitsa y el fin de los procedimientos administrativos y penales arbitrarios de todos los que están en espera de juicio.
Las organizaciones firmantes reiteran su apoyo a Viasna y a todos sus miembros e instan a las autoridades bielorrusas a que cumplan plenamente sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, así como a que respeten y protejan el trabajo de las personas defensoras y organizaciones de derechos humanos y garanticen que puedan trabajar sin represalias ni intimidaciones.