Hasta el 8 de octubre de 2022, la represión de las manifestaciones se ha saldado con la muerte de al menos 193 personas, entre ellas 18 niños y niñas, muchas otras han resultado heridas y se ha arrestado y detenido a cientos de manifestantes, predominantemente pacíficos/as, así como a activistas de la sociedad civil que exigían justicia y responsabilidades por la muerte de Amini, una joven kurda que murió en custodia de la policía de la moral en Teherán el 16 de septiembre de 2022. [1]
Entre las personas detenidas hay un gran número de defensores/as de los derechos humanos, periodistas, abogados/as y activistas. [2]
La muerte de Amini bajo custodia policial, el 16 de septiembre de 2022, provocó protestas generalizadas en todo el país. Miles de manifestantes han salido a las calles de las principales ciudades, como Teherán, Mashhad, Isfahan, Tabriz y muchas otras localidades. Durante dos semanas, numerosas universidades han sido testigos de manifestaciones a gran escala que han sido objeto de brutales ataques por parte de las fuerzas de seguridad. En octubre de 2022, el alumnado de secundaria de varias ciudades también se unió a las protestas y, en algunos casos, obligó al personal de educación del gobierno a salir de sus escuelas.
Las protestas, que comenzaron exigiendo justicia para Amini, la abolición de las patrullas de la policía de la moral y la supresión del hiyab obligatorio, se han convertido ahora en un movimiento por la libertad y la democracia. [3] En muchos casos, las mujeres han estado al frente de las protestas. Muchas de ellas se han quitado el hiyab, han quemado sus pañuelos y se han cortado el pelo. Algunas mujeres que llevan el hiyab y el chador completo también se han unido a las protestas.
La policía y los/as agentes de paisano han reprimido brutalmente las manifestaciones, utilizando para ello munición real, perdigones, gases lacrimógenos, cañones de agua y porras para disolverlas. También han utilizado ambulancias para transportar a algunos de sus efectivos o a personas detenidas.
El 30 de septiembre de 2022, algunos grupos se concentraron ante una comisaría de policía en Zahedan, capital de la provincia de Sistán y Baluchistán, tras la oración del viernes celebradas en un lugar cercano, para exigir responsabilidades por la violación de una niña de 15 años por parte de un comandante de la policía en la ciudad de Chabahar, de esa provincia la provincia, y para unirse a las protestas que estaban teniendo lugar en todo el país. Según informan los medios de comunicación, las fuerzas de seguridad abrieron fuego desde el tejado contra la multitud y contra algunas personas que seguían rezando en las inmediaciones, lo que causó la muerte a decenas de personas. En los días siguientes también fueron asesinadas otras personas en la ciudad, muchas de las cuales murieron por disparos en la cabeza y el corazón, probablemente realizados por francotiradores. Fuentes oficiales informaron de la muerte de seis miembros del Cuerpo de la Guardia de la Revolución Islámica (IRGC) en Zahedan, pero las circunstancias de su muerte no están claras.
La Liga para la Defensa de los Derechos Humanos en Irán (LDDHI) ha registrado los nombres de al menos 193 personas manifestantes muertas en varias ciudades, entre ellas al menos 18 niños y niñas. [4] Esta cifra de muertes incluye a 85 víctimas asesinadas tan solo en Zahedan, entre ellas seis niños y niñas, según la documentación de activistas baluchis. Es probable que el número real de muertes en las protestas sea mayor, ya que aún no se ha identificado a muchas de las víctimas y no se dispone de información suficiente para corroborar los datos sobre algunas muertes.
Todavía no se han contabilizado los asesinatos de manifestantes ocurridos durante anteriores manifestaciones a gran escala. Cientos de manifestantes, en su mayoría pacíficos/as, fueron asesinados/as a tiros durante las protestas por los alimentos de diciembre de 2017 y enero de 2018 y en las protestas por la gasolina de noviembre de 2019. Las investigaciones sobre esas atrocidades también están pendientes desde hace tiempo.
Nuestras organizaciones instan asimismo a la Unión Europea (UE) a que imponga sanciones selectivas al personal responsable de la brutal represión de las manifestaciones y reiteran su llamado [5] a la comunidad internacional para que presione a las autoridades iraníes a fin de que cumplan sus obligaciones en virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos y respeten los derechos de las mujeres, entre otras cosas:
• Derogando los artículos 638 y 639 del Código Penal Islámico.
• Despenalizando el no uso del pañuelo y aceptando el derecho de las mujeres a elegir su propia vestimenta.
• Desmantelando la policía de la moral.
• Acabando con la persecución y la discriminación por motivos de género de forma general, tanto en la legislación consagrada en la Constitución, el Código Civil y otras leyes, como en la práctica.
Notas al pie
[1] Jina/Zhina es el nombre kurdo de Mahsa Amini. Muchas personas iraníes, en todo el país, independientemente de su origen étnico, tienen que elegir nombres autorizados por la administración, pues de lo contrario no se les expiden documentos de identidad.
[2] Entre estas personas están, Golrokh Iraee, Bahareh Hedayat, Vida Rabbani, Jina Modares Gorji, Mahsa Gholamalizadeh, Farideh Nemati (defensoras de los derechos humanos); Majid Tavakoli, Hossein Ronaghi, Hossein Massumi, Neda Naji, Jadi Mirmirani (activistas); Kamran Sakhtemangar, Mozaffar Mozaffarnia (sindicalistas); Elaheh Mohammadi, Niloufar Hamedi, Ali Salem, Yalda Moayyeri, Fatemeh Rajabi, Massoud Kurdpour, Khosro Kordpour, Marzieh Talaie, Ali Khatibzadeh, Farshid Ghorbanpour, Alireza Khoshbakht, Mojtaba Rahimi, Mehrnoush Tafian, Batul Balali, Arya Jafari, Rouhollah Nakhaei, Iman Behpasand, Ahmad Halabisaz, Samira Alinejad, Amir Hossein Barimani (periodistas); Babak Paknia, Milad Panahipour, Saeed Jalilian (abogados de derechos humanos); Atefeh Chaharmahalian, Banafsheh Kamali, Mansoureh Moussvi, Karamollah Soleymani, Mona Borzuei, Bayan Azizi (poetas/escritores/as).
[3] El lema principal en todas las protestas es: Zan, Zendegi, Azadi (Mujer, Vida, Libertad).
[4] Un bebé murió pocos días después de la muerte de su madre a consecuencia de los cohetes lanzados por el Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI) contra campamentos del Kurdistán iraquí. Al menos 26 personas han muerto en la provincia del Kurdistán.
[5] Para más información, véase nuestra declaración conjunta del 23 de septiembre de 2022