En Burundi, en pleno periodo preelectoral y a pocas semanas del escrutinio, se ha producido un deterioro considerable tanto del clima político como de las condiciones de seguridad. Las manifestaciones de la población y de la sociedad civil en protesta por la candidatura del Presidente Pierre Nkurunziza para las próximas elecciones presidenciales, para el que supondría un posible tercer mandato, han sido duramente reprimidas por la policía. En una declaración realizada el 8 de mayo de 2015, Fatou Bensouda, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional ha indicado que esa Fiscalía sigue con especial atención la evolución de la situación de Burundi.
El 7 de mayo de 2015, la FIDH y la Liga ITEKA publicaban un nuevo informe de investigación sobre la situación en Burundi, en el que nuestras organizaciones ponen de manifiesto la violencia política que ha prevalecido en el país durante todo el período previo a las elecciones presidenciales. En sus recomendaciones, la FIDH y la Liga ITEKA instan concretamente a la Fiscalía de la CPI a "realizar una declaración pública y oficial para recordar que los crímenes cometidos en Burundi pueden recaer bajo la competencia de la corte y que los responsables tendrán que responder por su actos."