El foro que tiene lugar del 16 al 18 de noviembre es la novena edición del evento más grande en esta materia. Sin embargo, a casi una década de implementación de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, que no son vinculantes, persisten importantes problemas de acceso a la justicia y reparación para las víctimas de abusos de derechos humanos corporativos, y los perpetradores disfrutan de lagunas en materia de rendición de cuentas que prácticamente garantizan que no enfrentarán las consecuencias de los abusos.
Si bien muchas partes interesadas diferentes, desde representantes gubernamentales hasta funcionarios de la ONU, participan en el foro, es esencial que la discusión sobre los impactos empresariales sobre el terreno sea impulsada por la comunidad. Son los directamente afectados quienes mejor conocen los impactos de los proyectos económicos. A menudo impulsan el trabajo vital de documentar y buscar reparación por las violaciones de derechos humanos, y necesitan estar al frente y al centro en el debate y la negociación.
“Si bien el diálogo abierto y respetuoso tiene el potencial de ser la base para un cambio sustancial en las vidas de aquellos que se ven directamente afectados por los proyectos de desarrollo, con demasiada frecuencia, es una rareza. A menudo, los intercambios destinados a encontrar soluciones se han producido solo después de años de lucha por parte de las comunidades, años durante los cuales continuaron los abusos, y en demasiados casos, estos intercambios no son profundos, significativos, respetuosos, sino simplemente un ’ejercicio para hacer check´ por parte de las empresas. El diálogo entre múltiples partes interesadas puede ser una buena herramienta, pero solo si se utiliza correctamente y si todos los participantes lo hacen con un compromiso genuino de escuchar y, eventualmente, estar abiertos a cambiar su posición ”
Varios expertos de la FIDH hablarán durante el foro virtual de tres días. En un panel sobre el papel de las defensoras y defensores de derechos humanos, Maria Isabel Cubides, investigadora del área de globalización de la FIDH, transmitirá el devastador testimonio de Antônia Flávia, integrante de la comunidad amazónica brasileña de Piquiá de Baixo, quien ha sufrido directamente los abusos perpetrados por la industria del acero durante décadas. Desde hace más de 10 años, la FIDH ha hecho suya la lucha de Piquiá de Baixo, realizando varias misiones a la comunidad, dando la alarma sobre su crítica situación y emitiendo recomendaciones a empresas y autoridades.
La responsable de la oficina de las Américas de la FIDH, Jimena Reyes, participará en un panel titulado ’Rendición de cuentas y reparación: cuando la corrupción empresarial conduce a violaciones de derechos humanos’ utilizando ejemplos de Honduras, Guatemala y México para ilustrar los desafíos que enfrentan las víctimas de violaciones de derechos humanos causados por la corrupción vinculada a las empresas.
En el plenario de clausura, “Hacia una visión para la próxima década”, el Secretario General Adjunto de la FIDH, José Aylwin Oyarzún, compartirá sus conclusiones del foro 2020 y describirá los retos y desafíos que tenemos ante nosotros en la lucha contra la impunidad empresarial.
La FIDH acoge con satisfacción el creciente impulso en la discusión sobre el fortalecimiento del acceso a la reparación a través de normas vinculantes a nivel nacional (propuestas legislativas en una serie de países), regional (se está discutiendo la legislación de la Unión Europea sobre derechos humanos obligatorios y debida diligencia ambiental) e internacional (negociaciones sobre la elaboración de un Tratado Vinculante (EN). Las iniciativas que se discuten esta semana deben resultar en normas ambiciosas de responsabilidad corporativa, no meros ejercicios formales. Es la única forma de evitar cualquier violación a los derechos humanos.