En esta ocasión, Michelin facilitó información sobre su política, que presentó como destinada a fomentar la sostenibilidad de sus operaciones de caucho natural. La FIDH aprovechó esta oportunidad para plantear preguntas y pedir detalles sobre su política de diligencia debida en materia de derechos humanos y sobre la idoneidad de las herramientas establecidas al respecto.
También se debatió el posicionamiento de Michelin en los procesos legislativos que tienen lugar a escala de la Unión Europea, en particular sobre la directiva comunitaria relativa a la diligencia debida en materia de sostenibilidad de las empresas y el reglamento sobre productos de deforestación cero. Al final de la sesión, como paso positivo, Michelin emitió una declaración pública afirmando que el Grupo apoya las medidas y la regulación en favor de una industria del caucho natural sostenible que tenga en cuenta las especificidades de la cadena de valor.