Lampedusa : Europa asesina

Columna firmada por organizaciones de defensa de los emigrantes y publicada en el diario Libération (Francia) el 4 de Octubre de 2013.

El nuevo naufragio en el que han muerto o desaparecido, muy cerca de la isla de Lampedusa, al menos 300 personas de entre los 500 pasajeros de una embarcación proveniente de Libia, no se debe a la fatalidad. En 2010, en el mismo lugar, dos naufragios simultáneos provocaron cerca de 400 víctimas. En 2009, 200 personas se ahogaron en la costa de Sicilia. Sólo en los seis primeros meses de 2011, el ACNUR estimaba en 1.500 el número de boat people que habían muerto intentando alcanzar la costa de la isla de Malta o de Italia. Desde mediados de los años 90, la guerra lanzada por Europa contra los migrantes a matado al menos 20.000 personas en el Mediterráneo.

¿La guerra ? ¿Cómo llamar de otro modo a la puesta en pié deliberada de dispositivos de control fronterizo destinados, en nombre de la lucha contra la inmigración irregular, a rechazar a quienes les expulsan de su casa la miseria y las persecuciones ? Estos dispositivos tienen por nombre Frontex, la agencia europea de fronteras, que despliega desde 2005 sus navíos, sus helicópteros, sus aviones, sus radares, sus cámaras térmicas y pronto sus drones desde el estrecho de Gibraltar hasta las islas griegas para proteger Europa de “indeseables”. O incluso Eurosur, un sistema coordinado de vigilancia que, desde 2011, utiliza tecnología puntera para militarizar las fronteras exteriores de la Unión Europea a fin de limitar el número de inmigrantes irregulares que penetran en ella. ¿Cómo llamar de otro modo la colaboración impuesta por Europa a los países de tránsito de migrantes –Libia, Argelia, Túnez, Marruecos- a fin de que jueguen el papel de guarda-chusma y les disuadan de tomar la ruta del norte, a costa de redadas, detenciones, malos tratos, secuestros ?

Más espectacular que de costumbre por su amplitud, el nuevo naufragio de Lampedusa no ha dejado de suscitar las lágrimas de cocodrilo ritualmente derramadas por los mismos que son responsables de ello. A la jornada de duelo nacional decretada por Italia –país cuyos gobernantes, de derecha y de izquierda, nunca han renunciado a cerrar acuerdos migratorios con sus vecinos cercanos- incluido cuando se trataba de las dictaduras de Gadafi y de Ben Alí- para poder reenviar allí los exiliados, se hacen eco las declaraciones de la comisaria europea de asuntos interiores, que llama a acelerar la puesta a punto de Eurosur, destinada según ella a vigilar mejor en el mar los barcos de refugiados. ¿Dónde se detendrá la hipocresía ? Pocos espacios marítimos están, como el Mediterráneo, dotados de una malla de observación y de vigilancia tan estrecha. ¿Si el salvamento fuera una prioridad –como exige el derecho del mar- lamentaríamos tantos naufragios entre Libia y Lampedusa ?

Ya se señala como principales responsables a los pasadores, mafias y traficantes de seres humanos, como si el siniestro negocio de quienes sacan provecho de la necesidad imperiosa que tienen algunos migrantes de franquear a cualquier precio las fronteras no hubiera sido posible y animado por las políticas que organizan su bloqueo. ¿Hay que recordar que si los sirios que huyen intentan, con peligro de sus vidas, atravesar el Mediterráneo es porque los países miembros de la UE rechazan concederles visados que les permitirían venir legalmente a pedir asilo en Europa ?
Se habla de pescadores que, habiendo visto la embarcación en peligro, habrían continuado su ruta sin socorrer a sus pasajeros, y se elevan voces para exigir que se les persiga y castigue por no asistencia a personas en peligro. ¿Se ha olvidado que en 2007, siete pescadores tunecinos acusados de haber “favorecido la entrada irregular de extranjeros en suelo italiano” fueron procesados por la justicia italiana, encarcelados y vieron secuestrado su barco porque habían socorrido a migrantes cuya embarcación estaba a punto de naufragar, le subieron a bordo y les llevaron hasta Lampedusa ?

No, el drama de Lampedusa no es fruto de la fatalidad. No se debe a pasadores voraces, ni a pescadores indiferentes. Las muertes de Lampedusa, como las de ayer y mañana, son víctimas de una Europa encerrada hasta la ceguera en una lógica securitaria, que ha renunciado a los valores que pretende defender. Una Europa asesina.

Primeros firmantes : Abderrhamane Hedhili, president of Forum tunisien pour les droits économiques et sociaux (FTDES), Tunisia ; Filippo Miraglia, Associazione Ricreativa e Culturale Italiana (Arci), Italy ; Francis Lecomte, co-president of the Fédération des Associations de Solidarité avec les Travailleur-euse-s Immigré-e-s (FASTI), France ; Geneviève Jacques, president of La Cimade, France ; Karim Lahidji, president of the International Federation of human rights leagues (FIDH) ; Mehdi Alioua, president of the Groupe antiraciste de défense et d’accompagnement des étrangers et migrants (GADEM), Morocco ; Olivier Clochard, president of Migreurop ; Stéphane Maugendre, president of the Groupe d’information et de soutien des immigrés (GISTI), France – members of the coalition Boats4People.

Para más información : visitar la sección Derechos de los emigrantes de nuestra pagina web

Leer más