Video realisado por Agence Babel, con la voz de la directora de cine Randa Haines.
El 8 de marzo se conmemora a las mujeres en el mundo entero. Un día de cada 365. Un día en un mundo en el que, desde que nacen hasta que mueren, las mujeres sufren discriminaciones y violencias en todas las etapas de la vida. La preferencia por los varones, que sigue estando ampliamente extendida, lleva a muchas familias en la India, China o incluso en el Cáucaso a recurrir a abortos selectivos en función del género del bebé. Según las Naciones Unidas, por este motivo estarían faltando hasta 200 millones de mujeres en la población mundial. Así, la discriminación contra las mujeres comienza incluso antes del nacimiento.
«Muchas niñas pequeñas en todo mundo se enfrentan a terribles vulneraciones específicas en razón de su condición de niñas. Las mutilaciones sexuales, los matrimonios precoces y la negativa a educar a las niñas son algunas de las muchas prácticas nefastas que limitan el futuro de las mujeres, así como el de las sociedades en su conjunto».
Según UNICEF, al menos 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilaciones genitales en 30 países y 700 millones de mujeres se han visto forzadas a contraer matrimonio durante su infancia. Según la UNESCO, hay 63 millones de niñas en todo el mundo sin escolarizar.
Muchas mujeres no tienen control sobre su propia salud reproductiva. Cada año, 22 millones de mujeres y de niñas se ven obligadas a recurrir al aborto en malas condiciones sanitarias, arriesgando de este modo la salud y la vida.
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La violencia ejercida por los hombres es una lacra a la que muchas mujeres se enfrentan a lo largo de su vida. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente una de cada tres mujeres sufre violencia física o sexual por parte de su pareja u otra persona en algún momento de su vida. La violencia sexual se utiliza como arma política para impedir la participación de las mujeres en los asuntos públicos o como estrategia en el marco de los conflictos armados.
«Ya sea como resultado de la práctica o porque esté contemplada por la ley, la discriminación basada en el género es una constante y se manifiesta bajo diferentes formas, pero ninguna mujer escapa a esta discriminación»
Algunas legislaciones se inspiran en la saría o ley islámica y reducen a la mujer a la mitad del valor de un hombre en cuestiones relacionadas con herencias o testimonios. Al contrario que los hombres, en ocasiones las mujeres no pueden transmitir su nacionalidad a sus hijas e hijos, se ven sometidas a condiciones más restrictivas en los procesos de divorcio o son objeto de medidas específicas por parte de legislaciones arcaicas que castigan el adulterio con la flagelación o la lapidación. Según las Naciones Unidas menos del 20% de las personas propietarias de tierras en el mundo son mujeres, cifra que cae por debajo del 5% en el norte de África y en el oeste de Asia. En los países de la OCDE el salario de las mujeres es aproximadamente un 15% inferior al de los hombres.