En tanto que organizaciones humanitarias y de derechos humanos que trabajamos para aliviar la situación de la población civil afectada por la crisis en Siria, acogemos con satisfacción los esfuerzos realizados por el Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GIAS) para ejercer presión sobre el Gobierno sirio y sobre los actores armados gubernamentales y no estatales para levantar los asedios en todo el país y garantizar que la población civil accede sin obstáculos a la ayuda humanitaria.
El llamamiento del GIAS al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas para que lleve a cabo un programa de lanzamiento de suministros desde el aire y de establecimiento de puentes aéreos en todas las zonas asediadas —en caso de que se siga negando el acceso humanitario después del 1 de junio— es un paso que podría contribuir a aliviar el hambre y el sufrimiento humano. Sin embargo, el lanzamiento de suministros desde el aire es complicado, ineficaz, de alcance limitado y se corre el riesgo de desviar la ayuda. Es inconcebible que la continua negativa por parte de las partes en conflicto de permitir el suministro de ayuda humanitaria a la población civil que sufre haya llevado al uso de esta opción como último recurso.
Según algunas estimaciones, más de un millón de personas sirias están afectados por los asedios en todo el país. La prioridad del GIAS debería ser poner fin a todos los asedios y garantizar un acceso total, sostenido en el tiempo y sin impedimentos, de la ayuda humanitaria a todos los sectores prioritarios en todo el país, a la vez que se vela por que la ayuda no se utilice como moneda de cambio para las negociaciones políticas.
Como colíderes del GIAS, Rusia y los Estados Unidos deben proseguir todos los canales para que el acceso humanitario incondicional llegue a todas las personas que lo necesiten. Si el Gobierno y otras partes en conflicto no brindan acceso, deben garantizar que se establecen las mejores condiciones posibles para el lanzamiento de suministros desde el aire, de forma que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan.
Aunque los suministros lanzados desde el aire pueden ofrecer algo de alivio urgente a corto plazo, no pueden cubrir las necesidades de la población siria a largo plazo y no deben ser una distracción en la labor por lograr el acceso total y sostenido así como el cese de los asedios. Las entregas individuales por tierra o aire son insuficientes e inaceptables. La comunidad internacional no debería aceptar nada que suponga menos que el acceso humanitario suficiente y sin restricciones a todos los sectores en todo el país.
Es el momento de que el GIAS demuestre la fuerza de su resolución. El levantamiento de los asedios es una prueba del compromiso de los miembros del GIAS para salvar a la población civil de la hambruna y de una muerte lenta. Los miembros del GIAS no deberían tolerar por más tiempo los crímenes de guerra que están teniendo lugar ante sus ojos. Les pedimos que redoblen sus esfuerzos para ejercer su influencia colectiva y bilateral sobre las partes en conflicto y garantizar el acceso total, sostenido y sin obstáculos a las poblaciones necesitadas.