La Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) está consternada por la gravedad de este nuevo ataque frontal contra la sociedad civil palestina y las personas defensoras de derechos humanos que trabajan para exponer y documentar los crímenes y las graves violaciones del derecho internacional perpetuadas por la potencia ocupante. Se trata de un nuevo intento de Israel de deslegitimar, desacreditar y aislar a las organizaciones que defienden el derecho de los palestinos a la autodeterminación y que trabajan incansablemente por un orden mundial en el que exista una paz basada en el respeto al Estado de derecho, la rendición de cuentas y contra la impunidad de Israel por sus crímenes contra la humanidad y su sistema de apartheid.
"Este ataque es un acto de represalia no sólo contra la sociedad civil palestina, sino también contra toda la comunidad internacional que trabaja por los derechos humanos. Este acto cobarde socava la narrativa de Israel donde se presenta como una de las pocas democracias de la región. Al atacar repetidamente a las organizaciones y defensores de derechos humanos, Israel actúa como un Estado autoritario que quiere silenciar cualquier voz disidente."
Ante este grave ataque, la FIDH reitera su solidaridad incondicional con las ONG afectadas y con toda la sociedad civil palestina. Recuerda su posición de principio de seguir trabajando, colaborando y apoyando a las organizaciones que son objetivo de las autoridades israelíes, y velará por que la comunidad internacional traduzca sus condenas de las violaciones cometidas por Israel en actos concretos de protección de las personas defensoras de derechos humanos y de la sociedad civil palestina.
La FIDH hace un llamado:
– A la comunidad internacional, en particular a la ONU y a los mecanismos europeos, que presionen a Israel para que ponga fin a la persecución de la sociedad civil palestina, y para que revoque inmediatamente la injusta decisión de prohibir el trabajo de estas organizaciones y cree un mecanismo internacional que investigue los crímenes de apartheid y persecución cometidos por la fuerza de ocupación.
– Que todos los Estados condenen en los términos más enérgicos la opresión y el acoso de las 6 ONG por parte de las autoridades israelíes y les insten a apoyar la investigación de la Corte Penal Internacional.
– Que el movimiento mundial de derechos humanos y los socios técnicos y financieros de las organizaciones destinatarias muestren su solidaridad reforzando su apoyo a las seis organizaciones.