Jerusalén, Ramala, París, 11 de octubre de 2023. El reciente ataque indiscriminado de Hamás en Israel, que podrían constituir crímenes de guerra, ha provocado una inmensa violencia y ataques de represalia contra los palestinos. La situación sobre el terreno es extremadamente preocupante, especialmente tras el cierre total impuesto por Israel contra dos millones de palestinos en Gaza, que ahora no tienen acceso a alimentos, agua, electricidad, gasolina o medicinas. Los ataques aéreos indiscriminados, el cierre y la inanición de la población civil de Gaza están claramente prohibidos por el derecho internacional humanitario y constituyen crímenes de guerra. Los crímenes de guerra cometidos por unos no pueden jamás justificar las atrocidades cometidas por los otros. Es urgente hacer todo lo posible para obtener un alto el fuego inmediato de todas las partes, tomar medidas concretas para liberar a los rehenes civiles y proteger al pueblo palestino de las desproporcionadas represalias israelíes, y garantizar la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
El ciclo de violencia es un resultado previsible de la ocupación ilegal y del régimen de apartheid de Israel, que ha durado demasiado tiempo a pesar de los llamamientos y advertencias de las organizaciones de derechos humanos y los mecanismos de las Naciones Unidas. En un momento marcado por la extrema tensión, la radicalización del discurso y el apoyo incondicional a Israel, es importante hacer un llamamiento a la desescalada y a un alto el fuego inmediato para proteger a las poblaciones civiles, que son las principales víctimas de este conflicto.
La FIDH recuerda que mientras la comunidad internacional se niegue a aplicar medidas para remediar las causas profundas de este conflicto, no será posible una paz justa y duradera. El bloqueo y cierre de Gaza se prolonga desde hace 16 años, encerrando a dos millones de palestinos en una prisión al aire libre declarada "invivible" por la UNCTAD. El cierre de Gaza no es una cuestión aislada, sino parte integrante del apartheid de Israel contra el pueblo palestino. El régimen de apartheid de Israel, establecido y mantenido mediante el mantenimiento de un sistema de leyes, políticas y prácticas inherentemente discriminatorias, se basa en la negación perpetua de los derechos inalienables del pueblo palestino, incluido el derecho a la autodeterminación y al retorno.
A pesar de estas graves violaciones, nunca se han llevado a cabo verdaderas investigaciones o enjuiciamientos nacionales por estos delitos. La Corte Penal Internacional (CPI) lleva investigando la situación en Palestina desde 2021. Cabe destacar que las atrocidades que se están cometiendo también son competencia de la CPI. Una investigación activa de la CPI tiene un profundo significado para las víctimas y los supervivientes, ya que ofrece la perspectiva de rendición de cuentas, reparación y reconocimiento mundial de su sufrimiento.
Refuerza el principio de que la impunidad de los crímenes graves (independientemente de dónde se cometan) es inaceptable, fomentando la esperanza y allanando el camino hacia una paz justa y duradera. Sin embargo, resulta alarmante que esta investigación no haya recibido la prioridad ni los recursos adecuados, en comparación con otras investigaciones activas de la CPI.
La Federación Internacional por los Derechos Humanos:
– Llama a un alto el fuego inmediato a todas las partes;
– Llama a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad y no siga alimentando la actual situación ilegal y adopte medidas concretas para garantizar la protección de civiles frente a los ataques indiscriminados israelíes;
– Llama a la protección y liberación incondicional de los rehenes civiles israelíes capturados por grupos armados palestinos y exige a las autoridades israelíes que se abstengan de cualquier forma de castigo colectivo contra los palestinos de Gaza y levanten inmediatamente el bloqueo y el cierre de Gaza;
– Exhorta a la comunidad internacional haga cumplir las resoluciones de la ONU y exija la retirada total, inmediata e incondicional de los territorios palestinos ocupados desde 1967, así como la realización del derecho al retorno de los refugiados palestinos consagrado en la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU;
– Llama al Fiscal de la CPI, Karim Khan, que acelere la investigación sobre la situación en Palestina, y que informe proactivamente a todas las partes en el conflicto Israel-Palestina de que la investigación de crímenes internacionales en los territorios ocupados por Israel desde 1967 (a saber, la Franja de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental) está en curso e incluye todos y cada uno de los crímenes continuados;
– Llama a los Estados Partes en la CPI que apoyen inequívoca e incondicionalmente la labor de la Fiscalía en su investigación independiente de los crímenes internacionales cometidos en Palestina. Es esencial garantizar que la CPI en su conjunto cuenta con los recursos adecuados para llevar a cabo este mandato con eficacia;
– Llama a Israel a poner fin a la colonización, al régimen de apartheid y a las políticas de anexión impuestas al pueblo palestino, que son las causas profundas que subyacen a las continuas oleadas de conflicto en el territorio.