Desde el 10 de marzo de 2022, Salah Hamouri se encuentra en detención administrativa en la prisión de alta seguridad de Hadarim, Israel. Se lo detuvo sin cargos ni juicio, únicamente debido a un expediente declarado secreto que su defensa letrada no está autorizada a consultar, lo que hace que, según el derecho internacional, su detención sea ilegal.
El 25 de septiembre de 2022, 30 personas detenidas, entre ellas Salah Hamouri, iniciaron una huelga de hambre para protestar por la detención administrativa que se les había impuesto junto, tanto a ellas, como a otras 740 personas palestinas encarceladas. En respuesta a esta acción, las autoridades decretaron la detención en régimen de aislamiento contra Hamouri el 28 de septiembre de 2022. Además, por cada día de huelga de hambre, las personas encarceladas están obligadas a pagar una multa. El 9 de octubre de 2022, otras 20 personas presas se unieron a la huelga.
Estas medidas punitivas vulneran la Convención de la ONU contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. De hecho, Hamouri se encuentra confinado en una celda de 3 m2 sin ventanas ni ventilación, se le ha negado el derecho a recibir visitas, el acceso al comedor y a cambiarse de ropa. El 2 de octubre de 2022, un abogado visitó a Hamouri y pudo informar sobre estas condiciones de detención inhumanas. Su salud se ha deteriorado y necesita atención médica diaria, pero se niega a ser examinado por el personal médico de la prisión israelí, que deliberadamente descuidan a las personas detenidas palestinas. Sufre dolores musculares, mareos, dolores de cabeza, insomnio y ha perdido unos 7 kg. Se ha privado a Hamouri de pasar tiempo al aire libre y no ha visto la luz del día desde que se decretó su confinamiento en aislamiento.
Desde hace varios años, Hamouri sufre una represión continua por parte de las fuerzas de ocupación israelíes debido a su activo papel en la defensa de los derechos humanos. En total, Salah Hamouri ha pasado nueve años en cárceles israelíes, en seis periodos de detención diferentes. Acusado en octubre de 2021 de deslealtad al Estado de Israel, se le retiró el documento de identidad jerosolimitano y se sigue intentando deportarlo a Francia. Se espera que el Tribunal Supremo de Israel se pronuncie sobre la retirada del documento de identidad de Salah Hamouri en febrero de 2023.
Las organizaciones recuerdan que, hasta la fecha, el gobierno francés no ha solicitado la liberación de Hamouri, aunque hace unos meses se le impuso el confinamiento solitario después de que escribiera una carta al presidente francés, Emmanuel Macron, en la que se le pedía que exigiera su liberación.
El Observatorio y la LDH condenan las condiciones inhumanas de detención a las que está sometido Salah Hamouri y expresan su más firme condena por estas medidas abusivas y arbitrarias. La persecución contra él parece tener como único objetivo castigarle por sus legítimas actividades en defensa de los derechos humanos, especialmente en favor de las personas palestinas encarceladas por motivos políticos.
El Observatorio y la LDH piden a las autoridades israelíes que liberen inmediatamente a Salah Hamouri y que pongan fin a todos los actos de acoso contra él, incluso a nivel judicial. Las dos organizaciones piden también a las autoridades francesas que exijan la liberación inmediata de Hamouri.