Ramala, Jerusalén, París, 9 de noviembre de 2023. Desde el 7 de octubre de 2023, las organizaciones palestinas e israelíes miembros de la FIDH han ido reuniendo cada vez más pruebas del gran aumento de las violaciones de los derechos humanos que se están produciendo. En apenas cuatro semanas, Israel ha endurecido su sistema de apartheid, ha cometido asesinatos masivos de civiles y ha aplicado otra serie de medidas punitivas que son constitutivas de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en la Franja de Gaza, ha hecho posible el asesinato y el desplazamiento de población palestina de Cisjordania, les ha denegado la libertad de movimiento, ha llevado a cabo cientos de detenciones arbitrarias y detenciones administrativas, y ha sometido a las personas palestinas detenidas a malos tratos y a presuntos actos de tortura.
Violencia de los colonos y desplazamientos forzosos en Cisjordania
Desde el 7 de octubre de 2023 en Cisjordania han muerto 158 personas palestinas y más de 2250 han resultado heridas. Durante este periodo se han registrado más de 171 ataques de colonos contra población palestina, que han causado 26 víctimas mortales, daños en 115 propiedades palestinas y 30 incidentes con daños materiales y víctimas. Israel ha impulsado un plan a gran escala para armar a los colonos judíos israelíes y las milicias civiles dentro de Israel, a la vez que ha alentado a estos colonos a apropiarse de tierras con el respaldo de las fuerzas de ocupación israelíes. Al menos dos pueblos palestinos, Al-Qanub y Wadi Al-Sik, han quedado totalmente vacíos debido a la violencia que ejercen los colonos israelíes.
“Hemos presenciado cómo se continúa produciendo un alarmante índice de ejecuciones extrajudiciales y se aplica la política de disparar a matar contra la población palestina de Cisjordania. Algunos de estos homicidios fueron perpetrados por colonos armados extremistas israelíes que residen ilegalmente en Cisjordania y actúan con total impunidad y, en ocasiones, cuentan con la protección de las fuerzas de ocupación israelíes”, ha declarado Diana Alzeer, representante de Al-Haq y vicepresidenta de la FIDH.
Detenciones arbitrarias masivas de personas palestinas y graves malos tratos en los centros de detención israelíes
El número de palestinos/as que se encuentran en cárceles israelíes se ha disparado desde el 7 de octubre, al pasar de 5194 personas detenidas a 6340 durante ese mes. Este fuerte aumento de la población encarcelada, junto con el hecho de limitar de forma punitiva del suministro de agua y electricidad a unas instalaciones penitenciarias superpobladas, es constitutivo de malos tratos y supone la imposición de un castigo colectivo. Israel ha denegado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a las familias el acceso a las personas encarceladas, a la vez que establecido limitaciones draconianas a las visitas de sus abogados/as. El Servicio de Prisiones de Israel (IPS) ha denegado a las personas encarceladas el acceso a algunos servicios de salud, lo que supone un riesgo importante especialmente para quienes padecen enfermedades crónicas y agudas. Hace dos semanas murieron dos presos que habían sido detenidos apenas unos días antes, en circunstancias que el IPS está investigando, mientras continúan recibiéndose decenas de denuncias de violencia arbitraria y humillaciones cometidas contra presos/as por parte del personal de este mismo servicio.
Además de estas detenciones ilegales y de los abusos contra los derechos humanos que denunciamos, se ha revocado el permiso de trabajo en Israel a un gran número de trabajadores/as palestinos/as de Gaza. Aproximadamente 4000 de estas personas han sido detenidas arbitrariamente y se encuentran recluidas en régimen de incomunicación. El 4 de noviembre se puso en libertad a algunas de estas personas y se las devolvió a la Franja de Gaza, aún sometida a ataque y asedio, con claros signos de malos tratos y abusos perpetrados durante su detención.
“Resultan alarmantes los cada vez más numerosos informes de malos tratos y abusos contra personas detenidas y encarceladas palestinas recluidas en establecimientos israelíes”, ha afirmado Tal Steiner, director ejecutivo del Comité Público contra la Tortura en Israel (PCATI). “Es necesario prohibir totalmente por inaceptables las condiciones punitivas de detención, la violencia arbitraria y la humillación que se ejerce contra las personas detenidas, así como la imposición intencionada de tortura. Además, unido a la denegación de acceso a las instalaciones penitenciarias al CICR, las familias y los/as abogados/as, se plantea una grave preocupación de que, con el pretexto de la guerra, se estén llevando a cabo todas estas violaciones de los derechos humanos de forma masiva y lejos de la mirada pública.”
Represión de la libertad de expresión de la ciudadanía palestina de Israel
En Israel, la ciudadanía palestina y otras personas que se atreven a manifestar su disconformidad con el brutal ataque de Israel contra Gaza y su incumplimiento de las obligaciones establecidas por el derecho internacional humanitario se enfrentan a una represión sistemática de su libertad de expresión y a la persecución política. Las organizaciones miembros de la FIDH con sede en Israel describen la situación como una auténtica “caza de brujas” contra quienes defienden los derechos humanos de la población palestina, sobre todo en Gaza.
“La actual oleada de feroz persecución política y represión contra la ciudadanía palestina de Israel es consecuencia directa del esfuerzo generalizado y concertado realizado por las oficinas gubernamentales, las instituciones israelíes y los grupos de extrema derecha, todos ellos dirigidos contra personas palestinas y contra quienes expresan su apoyo o solidaridad con la población de Gaza”, ha indicado una persona representante del Centro Jurídico para los Derechos de las Minorías Árabes en Israel (Adalah). “Hemos documentado más de 170 casos de detenciones o interrogatorios relacionados con supuestas acusaciones en el marco del ejercicio de la libre expresión. Muchas de estas detenciones se llevan a cabo con una fuerza brutal, en mitad de la noche y sin fundamento jurídico adecuado. Adalah también representa a 88 estudiantes palestinos/as, ciudadanos/as de Israel, que se enfrentan a medidas punitivas en universidades israelíes, como suspensiones, expulsiones y medidas disciplinarias, por realizar publicaciones en redes sociales, muchas de las cuales simplemente expresan solidaridad con el pueblo palestino de Gaza. Estas medidas opresivas tienen su origen en la arraigada opinión del Estado de Israel de que todas las personas palestinas son enemigas.”
Estas violaciones de derechos humanos se inscriben en el sistema general de la opresión que Israel ejerce contra la población palestina y la disidencia israelí. Es necesario desmantelar la ocupación ilegal y el sistema de apartheid contra el pueblo palestino, que constituyen crímenes de lesa humanidad, en aras de una paz y una justicia duraderas. La FIDH continuará siempre mostrando su solidaridad con las víctimas de las violaciones de los derechos humanos y seguirá consagrándose a lograr la rendición de cuentas por los crímenes cometidos en violación del derecho internacional. La FIDH pide un alto el fuego urgente y el fin del prolongado bloqueo de la Franja de Gaza, la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones en Gaza y la liberación de todos los rehenes. Además, la FIDH insta a terceros Estados y a la CPI a que aborden, sin demora, los crímenes internacionales cometidos en Israel y contra el pueblo palestino.