Expresamos asimismo nuestro profundo pésame a las familias de las increíbles manifestantes iraníes que han perdido la vida a causa de la brutal represión policial actual en respuesta a las manifestaciones pacíficas. Instamos a todas las personas feministas y defensoras de los derechos humanos de las mujeres, a sus organizaciones en diferentes países y particularmente en la región de Oriente Medio y Norte de África, a solidarizarse con las mujeres iraníes y hacer oír su voz, a través de todos los medios posibles, especialmente en estos momentos en que el gobierno de Irán ha limitado drásticamente el acceso a Internet en todo el país.
Estas semanas han sido testigo de escenas de protesta sin precedentes en Irán. Durante las últimas cuatro décadas, el gobierno iraní ha impuesto violentamente el hiyab obligatorio y otras leyes para limitar la participación social y económica de las mujeres en la sociedad y obligarlas a permanecer fuera del espacio público. Sin embargo, a pesar de las violentas medidas contra las mujeres que han expresado de forma constante y pacífica sus demandas de cambio, ahora somos testigos del lema kurdo “¡Mujeres, vida, libertad!” que corea toda la población iraní en todo el país.
Las protestas estallaron en Irán tras la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa (Zhina) Amini, una mujer de 22 años, bajo custodia policial tres días después de haber sido detenida por la policía de la "moral", supuestamente por llevar suelto el pañuelo de la cabeza. Mahsa se encontraba de viaje con su familia en Teherán, pero pocas horas después de salir con su hermano, se encontraba en coma en una cama de hospital debido a una lesión cerebral sufrida de la que nunca se recuperó. A pesar de las amenazas de las fuerzas de inteligencia para que se la enterrara rápidamente en silencio, la familia de Mahsa se negó a aceptarlo y llevó su cuerpo a Saqqez, su ciudad natal. Las mujeres que asistieron a su funeral se quitaron el pañuelo y se desencadenaron protestas generalizadas en la provincia del Kurdistán. Este luto colectivo por una vida perdida tan pronto y tan injustamente, se convirtió en protestas en todo el país, con las mujeres al frente de todas las manifestaciones.
En los últimos meses, el gobierno de Irán ha aumentado las detenciones arbitrarias y el acoso judicial a las personas activistas de la sociedad civil, especialmente a quienes pertenecen a los movimientos de mujeres, en un intento flagrante de silenciar a quienes se manifiestan contra la discriminación y la represión sistemáticas. Al mismo tiempo, hemos sido testigos de un aumento de la violencia de las llamadas patrullas policiales de "moralidad" hacia las mujeres. El caso de Sepideh Rashnou, ocurrido en julio de este año, es un claro ejemplo de estos encuentros a menudo violentos. Sepideh fue detenida poco después de que se hiciera viral su discusión verbal en un autobús con un agente encargado de hacer cumplir la obligación de llevar el hiyab. Sepideh fue arrestada violentamente, se la mantuvo en régimen de aislamiento durante semanas y se la puso en libertad después de haber tenido que hacer una confesión televisada forzada en la que claramente tenía la cara magullada y su estado de salud era malo.
Las recientes protestas en Irán se denominan revolución feminista. Mujeres jóvenes y valientes se quitan el pañuelo y le prenden fuego frente a enormes filas de policías antidisturbios, mientras exigen libertad. Estas protestas han trascendido todas las divisiones, y muchos hombres apoyan a estas valientes mujeres. Incluso en las pequeñas ciudades con creencias más tradicionales, todo el mundo grita "¡Mujeres, vida, libertad!".
Muchas mujeres están compartiendo vídeos en los que se cortan el pelo para protestar por el asesinato de Mahsa. Varias artistas y celebridades iraníes obligadas a cumplir con el hiyab obligatorio se han unido al movimiento publicando vídeos en los que se quitan el hiyab a pesar de las repercusiones que esto podría tener en su carrera. Las celebridades y las atletas son algunas de las personalidades que apoyan la primera revolución feminista de Irán renunciando a sus equipos deportivos o apoyando a las manifestantes en entrevistas.
Mientras continúan las protestas, el gobierno ha aumentado su represión masiva y se han producido numerosas detenciones de decenas de defensoras de los derechos humanos, periodistas, estudiantes, abogados/as de derechos humanos y personas ordinarias que se manifiestan. Según información reciente de grupos de derechos humanos, las fuerzas de seguridad han matado a más de 100 manifestantes. El gobierno también ha impuesto otro apagón de Internet para bloquear el acceso de la población a las redes sociales y a las aplicaciones de mensajería durante la represión de las protestas. Esta medida es similar a la utilizada en las revueltas de 2019, en las que se bloqueó la comunicación en redes sociales y aplicaciones de mensajería para impedir que la gente compartiera imágenes de las protestas y de las violentas y sangrientas represión policial. Sin embargo, las hermanas y compañeras de las mujeres y grupos feministas se hacen eco de su voz en muchos países. Se han solidarizado organizando protestas y publicando vídeos de apoyo al movimiento en Irán.
– Nosotras, las abajo firmantes, nos solidarizamos con las mujeres iraníes que protestan por el injusto asesinato de Mahsa Amini y que reclaman la democracia, así como el derecho a la autonomía corporal y las libertades fundamentales en todo Irán. Además, instamos a nuestras hermanas feministas pertenecientes a organizaciones internacionales y grupos regionales a que muestren su solidaridad de todas las maneras posibles.
– Instamos al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a condenar las acciones violentas del gobierno iraní contra las mujeres y a exigirle responsabilidades por la represión y el asesinato de manifestantes.
– Instamos a los Estados miembros de la ONU a que apoyen los llamamientos a favor de la creación de un mecanismo de investigación dirigido por la ONU sobre Irán mediante la adopción de una resolución durante una sesión urgente del 51.º periodo ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos que se está celebrando.
– Instamos al Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Discriminación contra las Mujeres y las Niñas, a la Relatora Especial sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, a la Relatora Especial sobre los Defensores de los Derechos Humanos, a la Relatora Especial sobre las Reuniones Pacíficas y a otros titulares de mandatos de la ONU a que investiguen e informen sobre la violación sistemática de los derechos de las mujeres y las personas manifestantes iraníes por parte de la República Islámica de Irán.
– La ONU y los Estados miembros deben trabajar con el gobierno de Turquía y el gobierno regional del Kurdistán para aliviar las restricciones relativas al cruce de fronteras impuesto a las personas defensoras que intentan huir a un lugar seguro y trabajar para garantizar la seguridad de las personas defensoras de los derechos humanos en sus respectivos países. Los gobiernos y la ONU deben facilitar y agilizar el estatus de refugiado y los procesos de repatriación de las personas defensoras de los derechos humanos iraníes y, especialmente, de las mujeres defensoras de los derechos humanos en los países vecinos que corren el riesgo de sufrir represalias extrajudiciales por parte de las autoridades iraníes.
– Instamos a los gobiernos de los países con vínculos diplomáticos con Irán, especialmente a los países del Sur Global y a los Estados no alineados, a que convoquen a los embajadores de Irán y les hagan partícipes de su preocupación por la violencia que se está empleando contra las personas manifestantes y las detenciones generalizadas de las personas defensoras de los derechos humanos.
– Los donantes deben considerar la posibilidad de ampliar y apoyar urgentemente la financiación que reciben las personas defensoras de los derechos humanos, especialmente las mujeres defensoras de los derechos humanos, que se enfrentan a amenazas y riesgos, con oportunidades de becas y de descanso, que sean más flexibles y de fácil acceso.
– Pedimos a las organizaciones internacionales y regionales de derechos humanos que se pronuncien sobre los recientes acontecimientos en Irán, que hagan un seguimiento de la situación de las personas detenidas, que presionen para que sean liberadas y que exijan a las autoridades iraníes que garanticen su seguridad y su salud mientras se encuentren en detención.
– Pedimos a las asociaciones y sindicatos de periodistas que condenen las detenciones y encarcelamientos arbitrarios de periodistas iraníes en los últimos días, especialmente de las mujeres periodistas que han estado en primera línea informando sobre los últimos acontecimientos.
– Pedimos a los grupos y organizaciones feministas que sigan apoyando los derechos de las mujeres iraníes y sus demandas de autonomía corporal mediante protestas, reuniones pacíficas, declaraciones, producción de obras de arte y otros medios.