El Ministerio de Educación había declarado que todas las escuelas, incluidas las escuelas secundarias de niñas, reabrirían en primavera, el 23 de marzo de 2022. Sin embargo, la decisión de ayer no es sorprendente, teniendo en cuenta la ideología del régimen talibán, que ha mostrado poca consideración por el pueblo afgano desde su violento derrocamiento del gobierno elegido en agosto de 2021.
Tal decisión es indicativa de la deshonesta retórica del régimen talibán al tratar de persuadir a la población afgana y a los interlocutores internacionales de que está comprometido con el respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres y las niñas. Viola los derechos humanos fundamentales que Afganistán está obligado a respetar en virtud de los tratados de los que es signatario, como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).
La FIDH hace un llamamiento a todos los Estados miembros de la ONU, a las organizaciones y a los donantes que tengan previsto asistir a la próxima conferencia de donantes para Afganistán, que se celebrará el 31 de marzo de 2022, para que condicionen su apoyo al sector educativo a que se ponga fin a la segregación contra las mujeres y las niñas en Afganistán y se reabran todas las escuelas secundarias para niñas del país.