Mira aquí la última entrevista que concedió a la FIDH este año:
La FIDH está de luto, Pancho fue un actor central en la construcción de nuestro movimiento, como Vicepresidente de 1997 a 2004, fortaleciendo nuestros combates y nuestra red. Con el tiempo, con su carácter afable, generoso, su visión estratégica, se había también convertido la persona sabia consultada por ONG desde Argentina hasta México.
En los 90, como Vicepresidente de la FIDH y Director de Aprodeh pudo dar visibilidad internacional al drama que vivía el Perú tras la violencia de Sendero Luminoso, los crímenes de Estado y el autogolpe fujimorista en 1992, denunciando en todos los espacios internacionales esta situación.
Luego, cuando Fujimori huyó a Japón en 2000, tras el descubrimiento del alcance de la corrupción de su régimen, la labor de Pancho fue clave para garantizar que las víctimas de las masacres de Barrios Altos y la Cantuta pudieran acceder a la justicia.
La red de la FIDH hizo posible unir a las ONG japonesas en la lucha peruana, cuando Fujimori se refugió en Japón. En la FIDH aún recordamos esa llamada telefónica a las 5 de la mañana, cuando Pancho anunció que Fujimori probablemente estaba ahora en Chile. Podríamos concertar una reunión con los abogados de Codepu, nuestro miembro en Chile, sugirió. Unas semanas más tarde organizamos una manifestación frente a la Corte Suprema de Chile con las víctimas peruanas y las ONG de Chile, y presentamos junto con Aprodeh y Codepu ante el mismo tribunal un Amicus a favor de la extradición de Fujimori a Perú.
Esta extradición, permitiría que Fujimori sea condenado por crímenes de lesa humanidad por tribunales peruanos, así como por corrupción. Gloria Cano, gran abogada y colega de Pancho que ahora es directora de Aprodeh y vicepresidenta de la FIDH sigue representando a las víctimas de estas masacres ante los tribunales peruanos y ante la Corte Interamericana.
El más jurista de los sociólogos también puso mucha energía en apoyar la creación y ratificación de la Corte Penal Internacional: asistiendo desde la sociedad civil a las negociaciones y luego como Vicepresidente de la FIDH viajando por toda América Latina para insistir en la importancia de las ratificaciones por el continente. También apoyó la creación de la coalición por la CPI, y Aprodeh fue el anfitrión de las dos primeras coordinadoras para América Latina. Presente en todas las conferencias, Pancho contribuyó a los primeros casos de jurisdicción universal.
Sí querido Panchito, tu energía, tu inteligencia, tus anécdotas frente a un pisco, tu eterna guayabera nos harán mucha falta.
Pancho vive y vivirá entre nosotros.