El CENIDH ha registrado al menos 25 muertos como producto de la represión y las agresiones a los manifestantes, un número indeterminado de desaparecidos, 64 heridos y muchos presos confirmados, sin poder precisar hasta el momento la cifra exacta. En varias ciudades del país, la Policía Nacional y los grupos de choque del gobierno,- y en Estelí con presencia del Ejército-, han arremetido contra la población civil, que protesta contra las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) anunciadas la semana pasada. El desacuerdo con estas reformas se ha convertido en el detonante para impulsar otra serie de reclamos.
Entre las víctimas fatales se encuentran menores de edad, estudiantes y el periodista Ángel Gahona, del diario local El Meridiano, quien fue asesinado en la ciudad de Bluefields del Caribe Sur por un disparo en la cabeza aparentemente de un francotirador mientras cubría las protestas en esta localidad.
“Exigimos al gobierno nicaragüense el cese inmediato de la brutal arremetida contra los manifestantes y la población civil. Solicitamos al gobierno entablar un diálogo que incluya a todos los sectores sin exclusiones, liberar de inmediato a las personas detenidas y buscar una salida real de acuerdo con el respeto a los derechos humanos frente a los diferentes conflictos sociales y políticos que enfrenta Nicaragua”
La FIDH y el CENIDH urgen además a las autoridades nicaragüenses a realizar una investigación inmediata, independiente e imparcial en torno a todas las violaciones de derechos humanos causadas, especialmente el derecho a la vida de las personas fallecidas, a determinar el paradero de las personas desaparecidas, a respetar el derecho a la libertad de expresión e información, restableciendo la transmisión de aquellos medios que aún se encuentran suspendidos, y a asegurar que los hechos no queden en la impunidad.