Según informaciones recibidas de la organización miembro de la FIDH en México, la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH), el día 16 de julio miembros de la Asamblea Popular de los pueblos de Oaxaca junto con maestros y pobladores se reunieron en la ciudad de Oaxaca con motivo de celebrar La Guelaguetza, gran fiesta cultural anual del Estado de Oaxaca. Esta celebración, llamada "Guelaguetza popular", se organizó una semana antes de la fiesta oficial. Lo que parecía al principio una marcha pacífica y celebración popular se convirtió al llegar al Cerro del Fortín en un enfrentamiento violento.
Miembros del Elite del Ejercito Mexicano, Policía Federal Preventiva, Agencia Federal de Investigaciones, Policía Preventiva y Policía Municipal de Oaxaca bloquearon el Cerro del Fortín impidiendo que se continuase aquella festividad popular. Sin embargo algunos participantes de la marcha quisieron insistir en que les permitieran realizar la actividad cultural en el lugar que le corresponde. Tal intento fue reprimido por los miembros de las autoridades policiales lanzando disparos de cartuchos de gas y piedras directamente a las personas que se encontraban al frente del contingente. Además, los diversos cuerpos policíacos golpearon brutalmente a maestros y manifestantes y agredieron reporteros gráficos de los periódicos Reforma, Noticias, Marca y Tiempo, quienes daban cobertura a los eventos.
Según los datos oficiales del Estado de Oaxaca el saldo de esta violenta represión es de 40 detenidos de los cuales 26 hombres [1] , 4 mujeres [2] , 6 menores de edad [3] y 4 detenidos [4] lesionados que están recibiendo atención medica. Sin embargo según investigaciones hechas por la LIMEDDH desde el Espacio de Organizaciones Civiles de Oaxaca se han documentado 22 detenidos [5] que no aparecen en las listas oficiales del Estado, 6 heridos hospitalizados [6]
, entre las cuales el Sr. Emeterio Merino Cruz Vásquez, miembro del Comité de Defensa de los Derechos Indígenas de Santiago Xanica, quien está gravemente herido y presenta traumatismo craneoencefálico.
La FIDH expresa su preocupación ante estas acciones represivas en contra de los movimientos sociales pacíficos, en el cual se reprime el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y al de asociación pacífica.
La FIDH resalta también la continuación del uso desproporcionado de la fuerza de las autoridades policiales que continúan en el proceso de deterioro de la vigencia de los derechos Humanos.
La FIDH recuerda que los hechos arriba mencionados violan los derechos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos. Estos hechos también son contrarios al compromiso de México de promover los derechos humanos al aceptar presidir el nuevo Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
La FIDH urge al Gobierno mexicano a tomar de manera inmediata las medidas más apropiadas para garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de todas las personas detenidas mencionadas. Así mismo, liberar inmediatamente todas estas personas ya que se considera que fueron arbitrariamente detenidas y asegurar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial en torno a los malos tratos infligidos a los manifestantes, con el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal independiente, justo e imparcial y aplicarles las sanciones penales y/o administrativas previstas por la ley.
De manera general, la FIDH insta a las autoridades mexicanas de conformarse a los instrumentos regionales e internacionales de derechos humanos ratificados por México.