Represión de la protesta social

17/01/2003
Comunicado

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) se encuentra extremamente preocupada por la situación de violencia que se vive en Bolivia. En efecto, numerosas movilizaciones sociales y cortes de ruta iniciados a partir del pasado 13 de Enero han sido fuertemente reprimidos por las fuerzas militares y la policía, provocando 4 muertes, alrededor de 50 heridos y aproximadamente 250 detenciones arbitrarias.

El pasado lunes 13 de Enero, se inició una amplia movilización de diversos sectores de la sociedad bolivariana con diversas reivindicaciones: el rechazo al ALCA, el rechazo de la venta de gas a Estados Unidos y a Chile, una pausa en la erradicación de cocales, el rechazo a la presencia de tropas extranjeras en Bolivia, etc...
Este mismo día se inició un bloqueo de caminos en diversos puntos del país y particularmente en la carretera que une Santa Marta y Cochabamba y en la carretera de Oruro a la Paz, donde más de 6000 trabajadores jubilados recorren 150 km. Igualmente, se están desarrollando marchas y manifestaciones en diversas ciudades del país.
Las fuerzas de policía y el ejército, que han movilizado 10.000 efectivos con el objeto de controlar las carreteras, han recurrido a un uso desproporcionado de la violencia, provocando 4 muertes y numerosos heridos por impacto de bala. Igualmente, según informaciones de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, se habría procedido a unas 250 detenciones arbitrarias. En el marco de una visita institucional de esta asociación a la Base Aérea de Cochabamba se pudo constatar la situación de 165 detenidos, quienes habían sido detenidos de forma ilegal e indiscriminada, sufrían lesiones de distinta índole y se encontraban en condiciones infrahumanas. Del mismo modo, se han registrado allanamientos abusivos e ilegales en contra de pobladores de poblaciones como Aguirre y Colomi y se ha podido verificar que miembros de las fuerzas armadas utilizan edificios públicos (hospitales y escuelas) como campamentos militares.
La represión se ha extendido igualmente a los defensores de derechos humanos, a los líderes sociales y a los representantes políticos movilizados. El martes 14 de Enero, se detuvo arbitrariamente a la Sra. Judith Camargo, miembro de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba. Igualmente han sido detenidos el periodista Marco Caballero y al diputado nacional Luis Cutipa.
La FIDH recuerda al gobierno de Bolivia su obligación de respetar y de garantizar el ejercicio de los derechos de libertad de expresión y de manifestación, proclamados en particular en el artículos 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículos 18 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.
La FIDH llama al gobierno de Bolivia a que libere de inmediato a todas aquellas personas que hayan sido detenidas de manera arbitraria y que inicie una investigación exhaustiva e imparcial acerca de los hechos arriba mencionados sucedidos en los últimos días y que los responsables sean sancionados según disponga la ley. Igualmente, se urge al gobierno de Bolivia, así como a todos los responsables de las fuerzas de policía que se adopten todas las medidas oportunas para que en ningún caso se emplee la violencia para la represión de manifestaciones pacíficas y que en cualquier otro caso, la violencia empleada por la fuerza pública sea proporcional a los hechos acontecidos.
Finalmente, la FIDH llama al gobierno de Bolivia a iniciar un diálogo serio y efectivo con los sectores sociales movilizados, capaz de encontrar soluciones duraderas a los problemas planteados.

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