"Esta decisión constituye un nuevo paso adelante en la lucha contra la impunidad y un saludable recordatorio de la universalidad de los derechos humanos. Los autores de estos crímenes deben saber que, dondequiera que estén, serán buscados, perseguidos y condenados", dijo Antonin Gravelin, abogado del bufete de Vigo que representa a la FIDH y a la LDH en este juicio.
El presente procedimiento se inició a raíz de una denuncia presentada en enero de 2000 por la FIDH y la LDH, que habían sido informadas de la presencia de Laurent Bucyibaruta en territorio francés.
"Si la investigación judicial ha sido inusualmente larga, la condena es, sin embargo, un enorme alivio para los supervivientes tutsis de la prefectura de Gikongoro, que llevan demasiado tiempo esperando que se haga justicia", ha declarado Patrick Baudouin, presidente de la LDH y presidente de honor de la FIDH.
Laurent Bacyibaruta es la cuarta persona condenada por la justicia francesa por crímenes internacionales cometidos durante el genocidio de 1994 en Ruanda, en aplicación de la jurisdicción universal.