El antiguo dictador de Chad, juzgado por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y tortura, está acusado de miles de asesinatos políticos y del uso sistemático de la tortura mientras estaba en el poder. Durante su sangrienta presidencia entre 1982 y 1990, alrededor de 40 000 personas fueron asesinadas y más de 200 000 fueron víctimas de tortura y violencia.
Desde que huyera de Chad en 1990, Habré ha vivido exiliado en Senegal. En febrero de 2013, después de una intensa labor por parte de las víctimas y de las organizaciones que las respaldan, entre las que destaca la FIDH y sus organizaciones miembros en Chad, Senegal y Bélgica, la Unión Africana y de crearon las salas especiales de los tribunales africanos para juzgar los crímenes cometidos durante su régimen.
Tras 19 meses de investigación, durante los cuales los jueces examinaron a más de 2 500 partes civiles, el juicio se celebró entre el 20 de julio y el 11 de febrero de 2016. Si Habré fuera declarado culpable el 30 de mayo, podría ser condenado a cadena perpetua.