La enérgica resolución (EN) aprobada el 14 de septiembre del 2017 por el Parlamento Europeo se hace eco de las recomendaciones de la FIDH, presentadas durante las reuniones de incidencia política mantenidas en Bruselas con su organización miembro Altsean Burma.
Concretamente, la resolución pone de manifiesto y condena enérgicamente la atroz violencia cometida en el Estado de Rakáin, así como el aumento de la gravedad y la magnitud de las violaciones de los derechos humanos. Además, insta al Gobierno de Birmania/Myanmar y, en particular, a Aung San Suu Kyi, a condenar inequívocamente toda incitación al odio racial o religioso y a luchar contra la discriminación social y las hostilidades contra de la minoría rohinyá, al tiempo que recuerda a las autoridades su deber de proteger sin discriminación. También pide a los miembros de la Unión Europea que endurezcan su postura y que “aumente significativamente su presión sobre el Gobierno de Myanmar/Birmania y las fuerzas de seguridad, al objeto de que pongan fin a las violaciones de los derechos, colaboren plenamente con los investigadores de las Naciones Unidas y las agencias humanitarias internacionales y garanticen la rendición de cuentas por las graves violaciones del Derecho internacional”. Esta dura resolución del Parlamento Europeo insta a la Unión Europea a utilizar toda su influencia, implicarse activamente y respaldar medidas inmediatas por parte de las Naciones Unidas, incluso mediante sanciones selectivas, así como a valorar posibles repercusiones en las actuales preferencias comerciales de Myanmar/Birmania, en caso de que las graves violaciones del Derecho internacional continúen impunemente.