Moción especial del Congreso de la FIDH en solidaridad a los defensores de los derechos humanos reprimidos

10/04/2010
Comunicado

El 37º Congreso de la FIDH, celebrado del 8 al 10 abril 2010 en Ereván (Armenia), desea expresar su solidaridad y apoyo a los defensores de los derechos humanos que, debido a su actividad y compromiso con los derechos humanos, son reprimidos : asesinatos, amenazas de muerte, hostigamiento judicial, arrestos y detenciones arbitrarias, actos de malos tratos y torturas, etc [1].

Particularmente, el Congreso de la FIDH condena enérgicamente los asesinatos continuos de los defensores de los derechos humanos en varios países, Guatemala, Colombia, Rusia y en Honduras, donde José Leonel Álvarez Guerra, líder del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), fue matado el 7 de abril de 2010 por un escuadrón paramilitar.

El Congreso de la FIDH pide la liberación de todos los defensores de los derechos humanos detenidos arbitrariamente, a menudo en condiciones indignas, después de procedimientos injustos. El Congreso llama en particular la liberación de los activistas y abogados integrantes de asociaciones miembros y aliadas de la FIDH,

 9 de ellos integrantes de la Sociedad de los Derechos Humanos de Uzbekistán : Gaybullo Jalilov, Nasim Isakov, Norboy Kholjigitov, Khabibilla Okpulatov, Yuldosh Rasule, Azamjon Formonov, Jamshid Karimov, Zafar Rakhimov, Alisher Karamatov, detenidos entre 2005 y 2009, condenados a duras penas de cárcel y torturados ;

 3 miembros de la Asociación Turca de Derechos Humanos: el abogado Muharrem Erbey, deputy presidente nacional y presidente de la sección de Diyarbakir , y Vetha Aydın, presidente de la sección de Siirt, así como Gencaga Karafazli, periodista, sindicalista, miembro de la IHD, y antiguo presidente de la sección de Riza,

 4 defensores Sirianos : Nizar Ristnawi, miembro del Comité para la Defensa de las Libertades Democráticas y los Derechos Humanos, detenido desde el año 2005 y sobre la cual no tenemos noticias desde la sangrienta represión de un motín en la prisión de Sidanya en julio de 2008, y los tres abogados Anwar Al-Bunni, miembro fundador de la Asociación para los Derechos Humanos en Siria, Mohanad al-Hassani, presidente de la asociación "Sawasiyah", y Haytham al-Maleh, ex presidente de HRAS, víctima de actos diarios de represalias en detención,

 Firmin Yangambi, abogado y miembro del Colegio de Abogados de Kisangani, República democrática del Congo, y presidente de la ONG de apoyo a las víctimas de la guerra "Paz en la Tierra", detenido desde septiembre de 2009 y recientemente condenado a la pena de muerte.

El Congreso de la FIDH deplora la multiplicación de las represalias y de las amenazas experimentadas por los jueces que trabajan en casos relacionados con graves violaciones de los derechos humanos, y llama a los Estados de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad y permitirles llevar a cabo su misión sin impedimentos. El Congreso expresa su solidaridad con

 el juez español Garzón, víctima de hostigamiento judicial después de intentar abrir una investigación sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos en España durante la dictadura franquista,
 la fiscal peruana Cristina Olazabal perseguida por el Presidente Garcia por prevaricación después de haberle acusado de crimen de genocidio tras el masacre de Accomarca en 1985 y;

 los magistrados de la sala penal de la Corte de casación de Colombia y sus auxiliares amenazados de muerte por investigaciones que estan llevando a cabo en contra de miembros del Congreso colombiano, los cuales forman parte de la Coalición del Presidente Alvaro Uribe Velez y que estan implicados en la promoción del paramilitarismo y de sus crímenes.

El Congreso de la FIDH quiere recordar que numerosas ONGs miembros de la FIDH estan obligadas a trabajar fuera de sus países debido a la gravedad de la situación de las libertades en sus países, tal como las ligas miembros de la FIDH en China, Irán, Irak,Vietnam, Laos, Birmania, Libia y Sudan.

A la luz de las graves dificultades que enfrentan las asociaciones miembros y aliadas de la FIDH en la realización de sus actividades, el Congreso llama a los Estados a superar los obstáculos de hecho y de derecho y les pide registrar o levantar las interdicciones que enfrentan en particular

 el Centro de los defensores de los derechos humanos en Irán,

 el Centro Bahreini para los Derechos Humanos en Bahrein,

 el Centro de Jartum para los derechos humanos y el desarrollo del medio ambiente en el Sudán,
 el Consejo Nacional para las Libertades en Túnez,
la asociacion SOS-Desaparecidos en Argelia,

 el Centro Viasna en Belarús

 y la Sociedad de los Derechos Humanos de Uzbekistán en Uzbekistán.

Frente a la gravedad de esta situación, el Congreso de la FIDH llama a los Estados a respetar la Declaración sobre la protección de los defensores de los derechos humanos adoptada por la Asamblea General de la ONU de 1998 y a reconocer el papel de los defensores de los derechos humanos en el fortalecimiento del estado de derecho y la lucha contra la impunidad.

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