París, 12 de diciembre de 2023. Se está asesinando a personas palestinas cada día, cada hora, y sus condiciones de vida se están convirtiendo inexorablemente en las de la eliminación planificada de un pueblo. La semana pasada en París, tras un largo y minucioso análisis jurídico, el Buró Internacional de la FIDH –nuestro órgano electo formado por personas expertas jurídicas y defensoras de los derechos humanos de todo el mundo– adoptó una resolución en la que reconoce que los actos de Israel contra el pueblo palestino son constitutivos de genocidio.
“La población palestina sufre una tragedia constante, inimaginable e intencionada. Este grado de violencia orquestada por una fuerza de ocupación es un genocidio”, declara Alice Mogwe, presidenta de la FIDH. “Al afirmar que se está produciendo el genocidio afirmamos también que se puede y que, de hecho, se debe detener. Nos dirigimos a las autoridades políticas para insistir en que el apoyo y la ayuda que brindan a Israel es complicidad en este genocidio. Se les ha advertido.”
Desde los ataques y la toma de rehenes del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás y otros grupos armados, que la FIDH condenó firmemente como crímenes de guerra, la campaña de represalias israelí ha violado el derecho internacional al causar la muerte a más de 16.000 civiles en Gaza, un 70 % mujeres, niños y niñas, y al provocar el desplazamiento a la gran mayoría de sus 2,3 millones de habitantes.
La Convención sobre el Genocidio de 1948 define el genocidio como “cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”, en particular, llevando a cabo la “matanza de miembros del grupo” y el “sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial”. Para que el crimen sea calificado como tal, debe cumplir dos condiciones constitutivas: Una acción que caracterice el crimen y la intención de llevar a cabo dicho crimen.
El ejército israelí ha atacado a periodistas, personal médico, ambulancias, escuelas, lugares de culto, universidades, refugios y hospitales. Se ha destruido más del 60 % de las viviendas de Gaza, así como las infraestructuras de agua, electricidad, telecomunicaciones y energía, que han resultado gravemente dañadas, lo que hace casi imposibles las condiciones de vida de la población palestina. En Gaza, el bloqueo, el hambre planificada, los repetidos desplazamientos forzosos masivos y la matanza y mutilación de decenas de miles de civiles son la realidad de la población palestina en su lucha desesperada por la mera supervivencia.
El presidente, los ministros, los generales del ejército y los portavoces de Israel han mostrado ampliamente que se dan tanto la intención como la acción, los dos principales elementos constitutivos del genocidio. Han hablado de convertir “Gaza en una isla desierta”, de “luchar contra animales humanos” y de poner el énfasis “en el daño y no en la precisión”. Así pues, el ejército israelí no sólo cometió las acciones, sino que los dirigentes israelíes mencionaron expresa y públicamente que tenían la intención específica de destruir al grupo.
El 13 de octubre, la FIDH dio la voz de alarma contra los crímenes israelíes, afirmando que pueden reflejar una intención genocida contra el pueblo palestino. El 19 de octubre y el 2 de noviembre, personal experto de las Naciones Unidas (ONU) advirtió asimismo del riesgo de genocidio. A mediados de noviembre, organizaciones miembros de la FIDH como Al-Haq, con sede en Cisjordania, y el Centro de Derechos Constitucionales (CCR), de Estados Unidos, presentaron una denuncia contra el presidente de Estados Unidos y otras autoridades estadounidenses por no impedir el genocidio y por su complicidad con el mismo.
“Ahora, Gaza está en el punto de mira. Sin embargo, en Cisjordania, se ha desplazado por la fuerza a decenas de comunidades y otras se enfrentan a la amenaza de correr la misma suerte. En Cisjordania, se asesina a personas palestinas a diario. Se las silencia y detiene a ambos lados de la Línea Verde. El sistema de apartheid colonial de Israel significa que no hay futuro para el pueblo palestino en ninguna parte de su territorio. Este genocidio amenaza a todo el pueblo palestino", afirma Diana Alzeer, vicepresidenta de la FIDH y representante de Al-Haq.
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