Los desafíos que tenemos que enfrentar actualmente son cada vez más
complejos. Un grupo de estados ignora el respeto a las reglas del derecho
internacional para imponer relaciones dominadas por la fuerza. En el contexto
interno, la represión se impone cada vez con mayor frecuencia sobre el respeto
a los derechos y a las libertades.
Colaboro con la red de la FIDH desde siempre como abogada y defensora de los
derechos humanos. En marzo de 2004, durante el Congreso de la FIDH en
Quito, tuve el placer de ver la asociación que presido en Irán convertirse
formalmente en miembro de la FIDH. Es indispensable que aunemos nuestros
esfuerzos en el ámbito nacional, regional e internacional para que predomine el
respeto a los derechos humanos. Es lo que hace la FIDH cotidianamente.
Sólo uniendo y articulando nuestras acciones haremos prevalecer los principios
de verdad, de justicia y de respeto al ser humano.
Por eso deseo hacer hincapié, en el momento de la publicación de este informe
trienal de la FIDH, en la importancia del apoyo y de la solidaridad que me
manifestaron cuando, como a tantas otras personas hoy día, enfrentaba la
soledad de mi combate y el aislamiento de la detención. La acción de la FIDH
fue determinante para romper con este aislamiento.
¡Movilicémonos por un mundo más justo!
Shirin Ebadi
Premio Nobel de la Paz