En Malí, tras el segundo golpe de Estado en menos de diez años, la FIDH y la AMDH condenan la toma del poder por parte de los militares y manifiestan su preocupación por la situación de los derechos humanos en el país, ya debilitada por años de conflicto que han dado lugar a una crisis humanitaria y, más recientemente, por la situación sanitaria.
"El establecimiento de la paz en Malí solo será posible después de la instauración de un gobierno civil que se comprometa a luchar contra la impunidad, en particular llevando ante la justicia a los autores de violaciones graves de los derechos humanos", afirmó Drissa Traoré, secretario general de la FIDH.
Durante este período de transición, es fundamental que se inicie una investigación sobre la violencia y los asesinatos que tuvieron lugar entre el 10 y el 12 de julio, con objeto de garantizar que se hace justicia y de transmitir un mensaje firme en materia de lucha contra la impunidad.
Además, la FIDH y la AMDH piden a la CEDEAO que dé prioridad al inicio de un diálogo con todos los agentes nacionales interesados a fin de reabrir las fronteras para normalizar las relaciones con los países vecinos, establecer un calendario electoral y encontrar una solución integral que dé prioridad a las necesidades del pueblo maliense.
"La FIDH y la AMDH apoyan al pueblo maliense en su búsqueda de justicia y en favor del establecimiento de una paz duradera en todo el país", afirmó Moktar Mariko, presidente de la AMDH. "Pedimos que se respeten los derechos humanos en el país, incluidos los derechos de las mujeres y las niñas, durante esta fase de transición e instamos a la comunidad internacional a continuar apoyando al pueblo maliense", añadió.
Junto con el restablecimiento de servicios sociales básicos como la educación y la salud, la lucha contra la impunidad es un pilar fundamental de la paz y la seguridad en Malí. Desde julio de 2012 se han abierto numerosos procedimientos judiciales contra militares, miembros de grupos yihadistas y de grupos rebeldes armados, detenidos en el norte y el centro del país, así como contra elementos de las fuerzas armadas de Malí, aunque estos procedimientos deben continuaren el marco nacional hasta la celebración de juicios.
Instamos a los actores implicados a que apoyen las necesidades del pueblo maliense en su búsqueda de verdad y justicia para las víctimas de los conflictos en el país a fin de construir una paz duradera en Malí.