Este acto, que formaba parte del 14.º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal —el mayor encuentro mundial sobre delincuencia y justicia—, tenía por objeto informar acerca de la situación actual de la pena de muerte en el mundo, así como sobre las violaciones del derecho y las normas internacionales de derechos humanos relacionadas y pretendía proporcionar una plataforma para el intercambio de experiencias y mejores prácticas a fin de superar los obstáculos para su abolición. (El discurso aparece a partir del minuto 0:36-0:51 y el texto figura más abajo). La FIDH y otras organizaciones emitieron una declaración conjunta en la que sostienen que la abolición de la pena de muerte debe formar parte integrante de los programas de prevención del delito y de las reformas de la justicia penal.
Mogwe se basó en su amplia experiencia de trabajo en la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos para promover la causa de la abolición, especialmente en calidad de miembro del Grupo de Trabajo sobre la Pena de Muerte, las Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias y las Desapariciones Forzadas en África. Destacó la importancia de crear una coalición continental de partes interesadas estatales y no estatales con objeto de promover la adopción de un proyecto de protocolo de la Carta Africana sobre la Abolición de la Pena de Muerte en África [1] con la esperanza de que dicho apoyo obligue a los procesos internos de la Unión Africana a avanzar.
Mogwe subrayó asimismo la importancia de encuadrar la cuestión de la pena de muerte como derecho a la vida. Argumentó durante el evento del 12 de marzo, "quienes defendían el proyecto de protocolo (...) deberían emprender un diálogo amplio y continuado para abordar las contradicciones entre la pena de muerte y los principios fundamentales de la Carta Africana, entre los que figura el derecho a la vida y el derecho a la dignidad humana".
Como defensora de los derechos humanos y líder de la sociedad civil, el activismo de Mogwe en favor de los derechos humanos se ha centrado en la lucha por la abolición de la pena capital en Botswana y en África en general, basado en el principio sudafricano de botho, la creencia de que la humanidad de una persona está unida a la de las demás. Además de su papel como presidenta de la FIDH, Alice Mogwe es directora de DITSHWANELO, el Centro de Derechos Humanos de Botswana.
Mogwe ha trabajado ampliamente sobre la cuestión de la pena capital, así como sobre los diversos obstáculos discriminatorios presentes en los sistemas judiciales. En los últimos años ha intervenido y participado en varias conferencias internacionales, como el Diálogo de Derechos Humanos de Yakarta sobre el derecho a la vida y la moratoria de la pena de muerte en la región de la ASEAN en 2014, el Panel Global de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Moving Away from the Death Penalty [Avanzar hacia la abolición de la pena de muerte] en 2014, el Congreso Regional Africano contra la Pena de Muerte en 2018 y el Congreso Mundial contra la Pena de Muerte en 2019. En 2020, con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte, escribió un artículo en el que defendía que el acceso a la asistencia letrada es un derecho indispensable para quienes se enfrentan a la pena capital.
De los 55 Estados miembros de la Unión Africana, únicamente 22 han abolido la pena de muerte, mientras que otros 18 han establecido una moratoria de facto sobre las ejecuciones. Aunque queda mucho camino por recorrer, la tendencia general en el continente es la abolición de la pena de muerte, y Chad es el último país en unirse a ella.