Litigio

  • Litigio contra empresas

    En demasiadas ocasiones el acceso a la justicia para las víctimas de los abusos de los derechos humanos relacionados con las empresas sigue siendo una mera ilusión y, en algunos países, se ha hecho más difícil aún a consecuencia de recientes reformas y decisiones judiciales. La FIDH, con objeto de obtener justicia para las víctimas de las violaciones de los derechos humanos en algunos casos concretos, presta apoyo a sus organizaciones miembros cuando recurren a mecanismos de reparación judiciales y extrajudiciales para garantizar la rendición de cuentas y el acceso a la justicia para las comunidades afectadas. La FIDH intenta proporcionar instrumentos prácticos a las víctimas y sus familiares, ONG y otros grupos de la sociedad civil para reclamar justicia y obtener reparación para las víctimas de abusos de los derechos humanos en casos que implican a grandes empresas.

    En función de cada caso, la FIDH puede procurar que se haga responsable a las grandes empresas en tanto que personas jurídicas o perseguir la responsabilidad penal individual de los directivos de una gran empresa tanto en el país en el que ha tenido lugar el perjuicio como en el país de origen de la empresa (es decir donde está registrada la empresa).

    La FIDH recurre asimismo —siempre que es pertinente y posible— a otros mecanismos como los procesos de mediación de los Puntos de Contacto Nacionales de la OCDE, cuando la multinacional ha incumplido las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales. La FIDH es miembro de la coalición OCDE Watch y ha formulado muchas recomendaciones para mejorar el funcionamiento de los Puntos de Contacto Nacionales. En el ámbito internacional, regional y nacional, la FIDH continúa abogando por las reformas que eliminen los obstáculos que tienen que afrontar las víctimas a la hora de acceder a la justicia y lograr reparación.

  • Litigio contra Estados

    Para hacer frente a la falta de voluntad de los Estados a la hora de garantizar el respeto de los derechos humanos y para compensar la debilidad de los sistemas judiciales nacionales, la FIDH ha aumentado su participación en procesos dirigidos a establecer la responsabilidad de los Estados ante los organismos regionales o ante las Naciones Unidas.

    La FIDH interviene como amicus curiae o como tercera parte en una serie de casos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y está aumentando su participación a la hora de remitir casos a la Corte Africana de Derechos Humanos, a la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos y a sus respectivas comisiones. Los procesos judiciales en los órganos de los tratados de derechos humanos de las Naciones Unidas (Comité de Derechos Humanos, Comité contra la Desaparición Forzada) o en algunos procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU permiten interrogatorios contradictorios (Grupo de trabajo sobre la detención arbitraria) y también pueden constituir un recurso estratégico para lograr que los Estados rindan cuentas y pongan fin a las violaciones.

  • Litigio contra particulares

    La mayor parte de las acciones legales de la FIDH son de carácter judicial y su naturaleza y objetivo principal es establecer la responsabilidad penal individual para luchar contra la impunidad de las personas responsables de graves violaciones de los derechos humanos y de delitos según el derecho internacional.

    La FIDH está aplicando su visión según la cual, siempre que sea posible, se debe enjuiciar a los culpables de violaciones graves de los derechos humanos en el país en el que se cometieron los delitos. La prioridad de la FIDH es apoyar a las víctimas para que recurran a los tribunales nacionales de modo que estos lleven a cabo investigaciones efectivas. Es posible que estos procesos también cuestionen su capacidad o su voluntad real de investigar y enjuiciar.

    Cuando a escala nacional no existan recursos judiciales apropiados, se pueden buscar fuera del país otras vías de reparación para las víctimas de estas violaciones y, en estos casos, es posible iniciar procesos en virtud de la competencia extraterritorial. Aunque estas acciones judiciales tienen que hacer frente a una serie de dificultades específicas, la experiencia también muestra que logran repercusiones reales en el país en el que se perpetraron los delitos.

    La FIDH ha participado asimismo en procesos judiciales ante tribunales internacionales como la Corte Penal Internacional (CPI) y otros tribunales internacionalizados, también llamados "mixtos" o "híbridos", como las Salas Especiales de los Tribunales de Camboya, que la FIDH ha supervisado ampliamente.

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