UJAR 2021: El impacto del coronavirus en la jurisdicción universal

12/04/2021
Informe
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De forma general, el año 2020 pasará al recuerdo como un periodo distinto a cualquier otro. La pandemia de COVID-19 ha dado un vuelco a innumerables vidas, y continúa haciéndolo mientras escribimos estas líneas. Las instituciones estatales de todo el mundo, entre ellas, los órganos judiciales, se han visto obligados a alterar drásticamente su funcionamiento y sus prioridades. Con la brusca paralización de tantas actividades, ¿se han paralizado también los casos relacionados con la jurisdicción universal? Por suerte, nada más lejos de la realidad, tal como muestran las conclusiones del informe conjunto publicado por la FIDH, TRIAL, REDRESS, ECCHR, CJA y Civitas Maxima sobre los casos de jurisdicción universal abiertos en 2020.

Aunque la pandemia ha causado repercusiones en los casos de jurisdicción universal, lo ocurrido ha sido más una reorganización que una paralización completa. Como muestra el Informe Anual sobre Jurisdicción Universal (UJAR) de 2021, muchos casos avanzaron y se llevó ante la justicia a nuevos sospechosos. Dicho de otro modo, ni siquiera una crisis sanitaria mundial ha puesto en peligro el recurso a la jurisdicción universal en el mundo, lo que demuestra, si fuera necesario, la solidez de los avances realizados en los últimos años (véanse los informes anuales anteriores para más detalles).

"La pandemia suponía un riesgo de distanciar aún más a las víctimas de los procesos en curso, aunque debemos reconocer la capacidad de adaptación de los/as jueces/as, los/as fiscales y el personal investigador, que han desarrollado métodos innovadores para proseguir sus investigaciones, como revelan las cifras del informe de este año: el uso de la jurisdicción universal continúa aumentando en numerosas jurisdicciones. Hemos seguido apoyando y representando a las víctimas, en particular a las sirias, yazidíes y sudanesas, en una serie de casos que han experimentado importantes avances en el último año."

Clémence Bectarte, abogada y coordinadora del Grupo de Acción Judicial de la FIDH.

Refuerzo de las investigaciones a distancia

Como era de esperar, las investigaciones sobre el terreno se han visto considerablemente limitadas por los confinamientos y las restricciones a la movilidad establecidos en los diferentes países. Algunas investigaciones en curso que dependían de la posibilidad de que los/as testigos, las víctimas, el personal investigador y los/as jueces/zas viajasen al extranjero se ralentizaron o se paralizaron. Las ONG, sobre todo aquellas cuyas investigaciones estaban ligadas a la flexibilidad y la adaptabilidad, tuvieron que buscar nuevas formas de ponerse en contacto con las víctimas y los/as testigos, incluso a distancia.

Las reuniones a distancia han supuesto otras ventajas: las víctimas y los/as testigos han podido hablar desde sus domicilios, lo que ha reducido el riesgo de ser objeto de escuchas o seguimientos. Por otra parte, encontrarse en un espacio familiar ha demostrado ser reconfortante para las personas vulnerables, que pudieron compartir sus experiencias en un entorno seguro. En algunos casos, los objetos o recuerdos de sus casas les provocaron recuerdos que contribuyeron a establecer los hechos.

En cuanto al personal investigador, el hecho de que las entrevistas fueran en línea les permitió hablar en un solo día con testigos que se encontraban en diversos lugares del mundo, lo que agilizó considerablemente su trabajo. Esto supuso una condición sine qua non: la necesidad de realizar esfuerzos adicionales para garantizar que las personas entrevistadas entendieran, dieran su consentimiento para la entrevista y, por supuesto, para garantizar la máxima seguridad.

Cosechar los esfuerzos de años anteriores

Además de las investigaciones que se llevaron a cabo, en 2020 se juzgaron 18 nuevos casos, de modo que el total de juicios en curso es actualmente de 30. Dio comienzo en Alemania el que quizá sea el juicio más destacado de los últimos años, el caso contra los sirios Anwar R. y Eyad A., que ocupó titulares internacionales y fue celebrado unánimemente como un importante paso contra la impunidad de los crímenes de Estado. Otros casos destacados son los de Fabien Neretsé en Bélgica, Roger Lumbala en Francia y Alieu Kosiah en Suiza.

La mayoría de los casos abiertos en 2020 pudieron avanzar gracias a las misiones de determinación de los hechos y a la recopilación de pruebas realizadas previamente. La pandemia y sus consecuencias han puesto de relieve la necesidad de llevar a cabo las investigaciones de la forma más rápida y exhaustiva posible a fin de que los casos puedan avanzar cuando el contexto mejore. Esto también se aplica a las investigaciones en zonas inestables, que pueden pasar a ser inaccesibles en cuestión de días.

El año 2020 ha sido un año difícil. Las consideraciones sanitarias se han añadido a las numerosas dificultades que rodean la aplicación de la jurisdicción universal. A pesar de todo, los casos que se presentan en este anuario muestran que los Estados han estado a la altura del desafío y que la justicia no se rinde.

Leer o descargar el Informe Anual sobre Jurisdicción Universal (UJAR) 2021 (en inglés)

Esta publicación es resultado de la investigación y la producción de TRIAL International. Ha contado con el generoso apoyo de la Taiwan Foundation for Democracy, la Oak Foundation, la Oficina de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo del Reino Unido y la Ciudad de Ginebra. Se ha investigado con la contribución de REDRESS, el Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Humanos, la Federación Internacional de Derechos Humanos, el Centro para la Justicia y la Responsabilidad y Civitas Maxima.

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