Este evento paralelo prestó especial atención a los desafíos generados por la creciente criminalización o represión de los defensores que pacíficamente denuncian los impactos adversos sobre los derechos humanos derivados de proyectos empresariales, discutiendo el papel de los Estados asi como de las empresas.
Llamando a los Estados y a todas las demás partes interesadas a reconocer plenamente el papel legítimo y la importante labor realizada por los defensores, el evento constituyó una oportunidad para explorar formas de mejorar la seguridad de estos defensores en riesgo extremo, así como para prevenir y combatir la impunidad de los ataques y violaciónes.
Junto organizaciones ambientales y de derechos humanos co-patrocinaadoras el evento, la FIDH publicó una compilación de casos que proporciona una visión general de la situación de los defensores de la tierra y del medioambiente en peligro en 2013.