9 de mayo de 2025. Justiça nos Trilhos, organización miembro de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), recibió ayer el Premio Gwynne Skinner de Derechos Humanos en una ceremonia celebrada en Washington D.C. El premio, concedido por la Mesa Redonda Internacional sobre Responsabilidad Corporativa, reconoce a las organizaciones que contribuyen a promover la responsabilidad corporativa en materia de derechos humanos.
El premio corona años de perseverancia en el apoyo a la comunidad de Piquiá de Baixo, que sufrió los desastrosos efectos de las actividades de la corporación minera Vale S.A. y de empresas siderúrgicas como el Grupo Ferroeste. En octubre de 2024, Justiça Nos Trilhos y la comunidad de Piquiá consiguieron la reubicación en viviendas seguras lejos de una zona de sacrificio medioambiental, con 312 familias asentadas en el nuevo barrio de Piquiá da Conquista.
"Este premio reconoce los esfuerzos en defensa de los territorios y la lucha por los derechos humanos llevados a cabo por Justiça nos Trilhos, la comunidad de Piquiá de Baixo y muchas otras comunidades afectadas por la minería y el agronegocio. Certifica con certeza de que defender la vida y los territorios merece la pena", afirmó Renato Lanfranchi, uno de los coordinadores de Justiça nos Trilhos.
La lucha de Piquiá comenzó en 1987 con la llegada de la industria siderúrgica y la construcción de cinco plantas a lo largo del río Piquiá. Los residentes vivían con constantes amenazas para su salud como consecuencia de la degradación medioambiental, con varios casos de cáncer de pulmón, enfermedades cutáneas, oculares y quemaduras graves.
Justiça nos Trilhos y la FIDH documentaron ampliamente la crisis en una serie de informes conjuntos. También denunciaron la persecución judicial, la criminalización y la intimidación a las que se enfrentan las organizaciones y los defensores de los derechos de Piquiá. Estos esfuerzos colectivos dieron lugar a un llamamiento al gobierno de Brasil por parte del Relator Especial de la ONU sobre sustancias tóxicas.
Justiça nos Trilhos y sus socios prosiguen su lucha para garantizar la plena reparación de los daños sufridos, en particular exigiendo garantías de que no se produzcan más daños, la condonación de la deuda de las familias realojadas, la transformación del antiguo barrio contaminado en un parque natural público y medidas para honrar la memoria de las víctimas.