22 de marzo de 2021
Asunto: El ejército de Myanmar debe responder por la violencia contra las mujeres
Estimado Presidente y Miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU):
Con motivo de la 65.ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, en nombre de Women’s Peace Network y el resto de organizaciones firmantes de este documento, que trabajan en favor de los derechos de las mujeres y contra la violencia de género, hacemos un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU para que exija que los miembros del ejército de Myanmar rindan cuentas por las graves violaciones de los derechos humanos de las mujeres que han cometido. Desde que los militares tomaron el poder de manera ilegítima el 1 de febrero, el pueblo de Myanmar ha liderado movimientos masivos en todo el país para exigir que se respeten los resultados de las elecciones de noviembre de 2020, se derogue la Constitución de 2008, se construya una unión democrática federal con igualdad y autodeterminación plenas y se ponga en libertad a las personas detenidas y arrestadas arbitrariamente. Aunque se trata de actos de desobediencia civil no violenta, miles de civiles, entre ellos mujeres, han sufrido brutales agresiones en el marco de las tácticas empleadas por el régimen, que incluyen ataques violentos, detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales. Este ejército es conocido por el uso de la violencia sexual como arma de guerra, por lo que tememos que peligren, hoy, más que nunca, los avances logrados en el país en materia de mejora de la situación de las mujeres. Nuestras organizaciones, como miembros del movimiento mundial por los derechos de las mujeres, unimos nuestro esfuerzo en este momento para hacernos eco de la petición del pueblo: el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar deben rendir cuentas por su brutalidad y se debe poner fin a la impunidad que ha alimentado sus históricas vulneraciones de los derechos de las mujeres y de las leyes y normas internacionales.
En todo Myanmar, el ejército continúa vulnerando la Carta de las Naciones Unidas y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. En poco más de un mes, el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar han disparado indiscriminadamente contra manifestantes pacíficos/as con munición real y han matado al menos a 20 mujeres. Han desplegado a vehículos blindados por las calles de todo el país y las fuerzas de seguridad, formadas por hombres, han atacado a mujeres con porras y hondas al tiempo que han empleado estratégicamente cañones de agua, gases lacrimógenos, granadas paralizantes y balas de goma contra otros/as manifestantes pacíficos/as. En todos los estados y regiones, han continuado aumentando las detenciones arbitrarias y los arrestos de civiles por parte del régimen, al tiempo que se han disparado las denuncias de agresiones y abusos sexuales en las cárceles. Si el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional no toman medidas concretas, el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar continuarán cometiendo atrocidades masivas y vulnerando la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU, la Declaración para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley.
Queremos expresar nuestro más sincero reconocimiento a los Estados miembros por la imposición de medidas específicas contra el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar. La intervención del Consejo de Seguridad es fundamental para que estas medidas tengan el efecto previsto de poner fin a la violencia arbitraria de los militares contra su propio pueblo. Durante las últimas décadas, la junta militar ha torturado y asesinado a personas de las minorías étnicas del país para consolidar su poder en todo el territorio y ha perpetrado actos de violencia sexual y de género contra las mujeres como táctica de represión. Según el informe de la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre Myanmar publicado en 2019, en los años 2012, 2016 y 2017 innumerables mujeres rohinyás fueron objeto de violaciones, violaciones en grupo, actos de humillación sexual, esclavitud sexual y mutilaciones sexuales durante las "operaciones de limpieza" llevadas a cabo por el ejército, lo que constituye genocidio y crímenes contra la humanidad. El ejército, que no se ha respondido ante la justicia por estas atrocidades, ha interpretado esta falta de respuesta unificada e integral por parte de la comunidad internacional como un permiso para intensificar sus prácticas abusivas contra las personas más vulnerables del país. Hoy les pedimos que tomen todas las medidas necesarias contra el ejército de Myanmar para romper el ciclo de violencia y abuso que se ha prolongado durante demasiado tiempo.
Las organizaciones firmantes de este documento instamos al Consejo de Seguridad de la ONU a que el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar respondan de sus actos mediante la aprobación de una resolución con el objetivo de:
1. Remitir el caso de Myanmar a la Corte Penal Internacional. para que el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar rindan cuentas, de conformidad con el derecho internacional, por la comisión de delitos como la violación y la violencia sexual.
2. Enviar a Myanmar un organismo de supervisión y mediación ante el creciente uso de la violencia por parte del ejército y las fuerzas de seguridad del país contra manifestantes pacíficos, entre ellos, mujeres.
3. Imponer sanciones económicas específicas, así como sanciones y restricciones financieras a los dirigentes de la junta y a aquellas empresas que sean propiedad o estén controladas por el ejército de Myanmar.
4. Imponer a Myanmar un embargo de armas mundial y completo.
Les agradecemos su liderazgo y su atención a este asunto.