En solidaridad con todas las mujeres europeas, tras la ejemplar lucha de las españolas en 2015, las polacas desde 2016 y las irlandesas en 2018; en solidaridad con todas las mujeres de América Latina, incluidas las argentinas que por octava vez se han movilizado para obtener la despenalización del aborto; en solidaridad con las mujeres de los Estados Unidos de América que en 2019 han visto desaparecer o reducirse el derecho al aborto en demasiados estados; en solidaridad con las mujeres francesas, mientras que el movimiento contra el derecho a decidir obtuvo en junio de 2019, con la ayuda del Gobierno, una votación en el Senado para rechazar el texto legislativo que habría permitido prolongar el plazo de recurso al aborto de 12 a 14 semanas de embarazo.
En lucha para desbaratar el cuestionamiento del aborto por parte de fuerzas políticas o religiosas reaccionarias en Francia, Europa y el mundo:
Reafirmamos que los derechos de las mujeres, la libertad de decidir sobre el propio cuerpo, el derecho al aborto y a la salud son derechos fundamentales para construir sociedades en las que la igualdad entre mujeres y hombres, en Europa y en el mundo, sea finalmente reconocida.
El aborto es una elección personal — mi cuerpo me pertenece, decido sobre mi vida, decido tener un hijo o no. El acceso al aborto es un derecho.
Se debe eliminar de la ley la "doble" cláusula de conciencia sobre el aborto para los profesionales de la salud.
Los plazos legales para el aborto deben armonizarse con los de los países más progresistas de Europa, y los Estados deben avanzar hacia la despenalización total del aborto.
Se deben proporcionar recursos financieros para que los centros de aborto y los centros de planificación sean accesibles a todas las mujeres en todos los territorios.
Las campañas de información para todos los públicos son necesarias para poder hablar de ello libremente, sin tabús ni juicios de valor.
Se debe impartir educación sexual a todas las personas para que puedan tomar decisiones libres e informadas.
La formación en técnicas de aborto y acompañamiento deben formar parte integral de la formación inicial de los profesionales de la salud.