#BringBackOurGirls: las escolares secuestradas por Boko Haram siguen desaparecidas

Hace dos años, el grupo armado islamista de Nigeria Boko Haram secuestró a 276 escolares en la ciudad de Chibok. Aunque algunas niñas lograron escapar, varias fuentes señalan que otras fueron violadas, reducidas a la esclavitud o sometidas a un lavado de cerebro para sumarse al grupo armado. Se ha especulado también sobre el hecho de que algunas de ellas pueden haber sido asesinadas. Nuestras organizaciones denuncian la pasividad de las autoridades nigerianas, que han fracasado a la hora de averiguar su paradero, de informar a las familias, de proteger a las que todavía continúan con vida, de devolverlas a sus familias y de llevar ante la justicia a los culpables de estas atrocidades.

En abril de 2014 el grupo fundamentalista Boko Haram secuestró a 276 niñas en edad escolar en la ciudad de Chibok, situada en el estado de Borno, en el norte de Nigeria. Este trágico suceso atrajo la atención de la comunidad internacional sobre los delitos perpetrados durante los últimos diez años por Boko Haram. Aunque 57 muchachas de Chibok lograron fugarse, varias informaciones indican que otras han sido vendidas, violadas, sometidas a matrimonios forzosos, esclavizadas, obligadas a convertirse al islam, presionadas y conminadas a participar en palizas, flagelaciones o asesinatos en favor del grupo terrorista, y que algunas pueden haber sido asesinadas. Mientras tanto y utilizando los mismos métodos, Boko Haram sigue propagando el terror entre la población del norte de Nigeria. En marzo de 2015, se calcula que 400 personas, en su mayoría mujeres, niños y niñas, fueron secuestradas en Damasak y cuando los combatientes de Boko Haram fueron expulsados de la ciudad por las fuerzas armadas nigerianas y chadianas, se llevaron a la fuerza a los rehenes. Al igual que sucede con las escolares de Chibok, a día de hoy se sigue sin conocer el paradero de estas 400 personas secuestradas.

No es casualidad que Boko Haram dirigiese su ataque contra alumnas de escuela. En muchos países, el auge de los grupos fundamentalistas va acompañado por una violencia sin precedentes que se ejerce para privar a mujeres y niñas de sus derechos, entre ellos el derecho a la educación. Como sucede con el régimen talibán en Afganistán y Pakistán, con ISIS en Iraq y Siria y Al Shabab en Somalia, Boko Haram se dirige contra el alumnado y el profesorado, saquea y destroza escuelas. En 2014 se creaba Boko Haram para abogar por la implantación de un sistema de educación basado en la escuela coránica. En 2006, en el estado de Borno, se puso en marcha un sistema paralelo de educación islámica a través de escuelas coránicas, educación secundaria y universitaria para acoger a estudiantes excluidos de un sistema público extremadamente elitista, herencia del sistema colonial británico y el grupo lanzó su nombre como "Boko Haram". A las mujeres y a las niñas se las alienta a que asistan a la escuela coránica o a que se casen. "Abandonad la educación occidental, señoras, id y casaos", declaró Abubakar Shekau, líder de Boko Haram. Este grupo comenzó a secuestrar niñas de forma masiva, especialmente estudiantes, a inicios del año 2013. Según UNICEF, más de un millón de niñas se vieron forzadas a abandonar la escuela.

A pesar de que las acciones de Boko Haram han ido incrementando tanto su frecuencia como su intensidad, la respuesta del ejército nigeriano ha seguido siendo inadecuada y, en demasiadas ocasiones, está marcada por graves violaciones de los derechos humanos. En diciembre de 2015, el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, declaró que su Gobierno carecía de información fiable sobre el paradero de las escolares de Chibok.

“El fracaso de las autoridades nigerianas en la lucha contra Boko Haram es deplorable. El gobierno de Muhammadu Buhari no ha actuado mejor que el Gobierno precedente. Ambos fracasaron a la hora de prevenir dichos crímenes, de perseguir a los culpables, de exigir que rindan cuentas y de proteger a las víctimas. Al mismo tiempo, las agresiones de Boko Haram contra los derechos de las mujeres y su derecho a la educación continúan produciéndose sin tregua”

Karim Lahidji, Presidente de la FIDH

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La FIDH y su organización miembro en Nigeria, la Organización de Libertades Civiles (CLO, por sus siglas en inglés), insta firmemente a las autoridades de Nigeria a que tomen todas las medidas necesarias según el derecho internacional de derechos humanos, para localizar y proteger a las niñas, así como a todas aquellas personas secuestradas por Boko Haram. Nigeria tiene la obligación de garantizar su seguridad, su integridad física y moral y su derecho a la justicia y la reparación. Puede ser asimismo necesario establecer programas de desradicalización. Es urgente que el Gobierno informe a las familias de los rehenes sobre su destino, puesto que la incertidumbre sobre su paradero es insoportable.

Nuestras organizaciones también urgen a las fuerzas armadas que luchan contra el grupo islamista a que respeten las normas internacionales de derechos humanos en las operaciones que realicen contra Boko Haram. El respeto de los derechos humanos en el marco de la legítima lucha contra el terrorismo es de suma importancia, no solo para cumplir con el derecho internacional, sino también para garantizar el apoyo a la población contra los actos delictivos de Boko Haram y para abordar las causas de este extremismo.

Nuestras organizaciones insisten en que estos delitos, que constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad [1], son competencia de la Corte Penal Internacional (CPI) y actualmente están siendo examinados por la Fiscalía de la CPI. En 2015, la Fiscalía de la CPI continuó recibiendo denuncias de delitos cometidos por Boko Haram contra mujeres y niñas, como la utilización de mujeres en acciones kamikazes, secuestros, violencia sexual y asesinatos. A falta de un proceso real en Nigeria que lleve a los responsables ante la justicia, la CPI debería abrir una investigación al respecto.

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