El 4 de agosto de 2016, a las 21h30, la policía realizó una redada durante un evento organizado con motivo de las celebraciones del Orgullo LGBTI de Uganda, que tuvo lugar en el club nocturno Venom de Kampala. La Sra. Clare Byarugaba, Coordinadora de Igualdad y No Discriminación según el Capitulo Cuatro de la Constitución de Uganda y dos líderes de las Minorías Sexuales de Uganda (SMUG), Pepe Julian Onziema y Franck Mugisha, fueron detenidos junto a otros activistas. Se les sometió a un interrogatorio en la comisaría de policía durante tres horas. Posteriormente, se les liberó sin cargos pero indicaron que durante su detención recibieron bofetadas y empujones por parte de los funcionarios de policía.
A las otras 200 personas que asistieron al evento se las encerró durante dos horas en el propio local y se las humilló. La policía acosó especialmente a las mujeres transgénero, en algunos casos recibieron agresiones sexuales ya que les tocaron los senos y los glúteos para "confirmar su identidad".
A la 1h00 de la mañana, la policía decidió cancelar el acto y antes de salir del lugar, procedió a tomar fotografías de todas las personas participantes y amenazó con publicarlas. Además, confiscó las cámaras y las grabaciones de los periodistas.
Kayima Emilian, portavoz de la policía, explicó que la policía se vio obligada a intervenir ya que los organizadores no informaron del evento a las autoridades. La policía afirmó que el evento promovía las relaciones homosexuales y que habían recibido información de que se celebraría una boda gay durante la fiesta. No obstante, la policía había sido debidamente informada del evento y las celebraciones anteriores del Orgullo, en los días anteriores, se celebraron sin incidentes.
"Esta violenta redada es una clara vulneración del derecho de reunión. Parece ser una tentativa de represión de los derechos sexuales de las minorías y de las defensoras y defensores de los derechos, en un contexto donde las ciudadanas y ciudadanos LGBTI son víctimas de violencia y discriminación. La policía debería protegerlos y no agredirlos", indicó el presidente de FIDH, Karim Lahidji.
Cabe recordar que la homosexualidad es un tema sensible en Uganda, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales. El 1 de agosto de 2014, el Tribunal Constitucional de Uganda invalidó una ley contra de las personas LGBTI que había aprobado el Parlamento el 20 de diciembre de 2013.
"El Gobierno de Uganda debería garantizar que las defensoras y defensores de los derechos no sean objeto de ningún acto de intimidación. Debería realizarse una investigación inmediata, exhaustiva, imparcial y transparente en relación a los brutales incidentes del 4 de agosto, a fin de identificar a todos los responsables para que comparezcan ante un tribunal independiente y reciban las sanciones previstas en la legislación” , indicó el secretario general de la OMCT, Gerald Staberock.
El Observatorio hace un llamamiento a las autoridades de Uganda para que pongan fin al hostigamiento de las y los activistas de los derechos de la comunidad LGBTI y les brinde protección, así como a todos los demás defensores de los derechos humanos del país.