Helena Maleno es periodista e investigadora y lleva 14 años viviendo en Marruecos. Es experta en migración y trata de personas y se centra particularmente en los derechos de las mujeres y la infancia. Su labor de defensa de los derechos humanos ha sido reconocida a nivel internacional y ha recibido varios premios, entre ellos el premio de derechos humanos «Nacho de la Mata» (2015) concedido por el Consejo General de la Abogacía Española, el premio de derechos humanos de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (2018), y el Séan MacBride por la Paz (2018), concedido por el International Peace Bureau. La criminalización de Helena Maleno en Marruecos ha sido denunciada por varios expertos de las Naciones Unidas, entre ellos por el relator especial de la ONU sobre la situación de los defensores/as de derechos humanos y el relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias. Helena es integrante y fundadora de Caminando Fronteras, una organización no gubernamental de derechos humanos que se ha trabajado en la protección de los derechos de las personas migrantes en los últimos 16 años. La organización ofrece un línea de asistencia telefónica para personas migrantes que arriesgan sus vidas en su tránsito hacia Europa, cruzando el mar Mediterráneo a menudo en barcos que no son aptos para navegar. Cuando reciben llamadas de las personas migrantes en riesgo, la organización alerta a las autoridades marítimas de España, Marruecos y Algeria. Asimismo, Caminando Fronteras brinda apoyo legal, social y sanitario a personas migrantes y documenta los abusos de derechos humanos desde ambos lados de las fronteras.
Además de las acusaciones criminales, Helena Maleno ha enfrentado amenazas, campañas de difamación, intimidaciones y hostigamiento en relación con su labor de derechos humanos. Recientemente, el 31 de enero de 2019, el ministro español de Fomento hizo una declaración pública acusando a las organizaciones que trabajan por los derechos de los migrantes, incluida Caminando Fronteras, de promover la inmigración irregular y la trata de personas a través de su trabajo humanitario en el mar Mediterráneo. Las restricciones y riesgos que han enfrentado Helena son compartidas por muchas otras personas defensoras de los derechos de los migrantes en Europa. El caso de Helena es un ejemplo emblemático del entorno cada vez más hostil, la criminalización y la intimidación que las personas defensoras que trabajan en temas relacionados con personas migrantes y refugiadas en Europa han estado enfrentando en los últimos años.
Women’s Link Worldwide, Justice Associates (JASS), Front Line Defenders, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) celebran la decisión del Tribunal de Apelación de Tánger de cerrar la investigación criminal contra Helena Maleno. Sin embargo, siguen preocupados por la situación general de las personas defensoras de derechos humanos que trabajan para promover y proteger los derechos de los migrantes. También les recuerdan a Marruecos y España las obligaciones de los Estados de, en todas las circunstancias, respetar y proteger a todos los defensores de los derechos humanos y garantizar que puedan llevar a cabo sus actividades legítimas sin temor a represalias y libres de todas las restricciones, incluido el acoso judicial.