Estrechamiento del espacio para la sociedad civil

En muchos países las autoridades restringen considerablemente el espacio de libertad de la sociedad civil y no vacilan en ignorar el derecho con ayuda de una justicia a sus órdenes o mediante la aprobación de leyes cada vez más liberticidas, especialmente las referidas al acceso de las ONG a la financiación, a sus condiciones de registro, al control de las actividades de las asociaciones o a la libertad de reunión. Estos modelos de arsenales legislativos se exportan de un país a otro con el fin de sofocar cualquier forma de promoción o defensa de los derechos humanos.

Un número cada vez mayor de leyes o proyectos de ley destinados a regular las actividades de las ONG contienen disposiciones que limitan el acceso a la financiación, especialmente de fuentes extranjeras. Paralelamente, se instrumentaliza la cuestión de la financiación con el fin de desacreditar a las ONG ante la población y los donantes. Sin embargo, el acceso de las ONG a la financiación es un derecho consagrado por el derecho a la libertad de asociación.

La FIDH, a través del Observatorio, ha hecho de esta temática un eje de acción prioritario.

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