La represión de los defensores y defensoras de los derechos sobre la tierra y el medio ambiente aumenta sin cesar, así como también se multiplica el número de conflictos relativos a los derechos a la propiedad y a los recursos naturales. Cada vez más defensores y defensoras, líderes campesinos o dirigentes comunitarios autóctonos, periodistas y militantes de ONG que se movilizan en torno a estas cuestiones son víctimas de actos de violencia y de campañas de criminalización. La FIDH, a través del Observatorio, ha hecho de esta temática un eje de acción prioritario.