Al comentar esta decisión, la presidenta honoraria de la FIDH, Souhayr Belhassen, declaró que "aunque hoy celebramos la libertad de Khadija, que llevamos tanto tiempo esperando, queremos recordar que no debería haber pasado en la cárcel ni uno de los 537 días que ha estado allí."
El secretario general del OMCT, Gerald Staberock, añadió que "la puesta en libertad de Khadija Ismayilova no debería restar atención a su condena, que carecía de base jurídica y cuyo objetivo era únicamente sancionar sus legítimas actividades en el ámbito de los derechos humanos", y pidió "su total absolución y la retirada de todos los cargos contra ella."
Además de a estos tres años y medio de libertad condicional, la señora Ismayilova también se enfrenta ahora a dos años de prohibición de su actividad profesional.
Reportera independiente reconocida internacionalmente y periodista de radio Azadliq ("Radio Libertad") en Azerbaiyán, Khadija Ismayilova fue detenida el 5 de diciembre de 2014 acusada de "incitar" a su expareja "a cometer suicidio". Aunque en abril de 2015 la supuesta víctima retiró sus acusaciones y afirmó que había prestado declaración bajo presión, chantaje y tortura, la fiscalía no lo tuvo en cuenta y mantuvo los cargos. En febrero de 2015, la señora Ismayilova fue también acusada de otros cargos por los que posteriormente fue condenada: malversación, prácticas empresariales ilegales, evasión fiscal y abuso de autoridad. Durante las vistas en primera instancia, no se presentó prueba alguna para sostener estas acusaciones. El 1 de septiembre de 2015, el Tribunal de Delitos Graves de Bakú condenó a la señora Ismayilova a siete años y medio de prisión. El 25 de noviembre 2015, el Tribunal de Apelación de Bakú anuló el recurso presentado por la señora Ismayilova y la matuvo en la cárcel.
La detención de Khadija Ismayilova formaba parte de una serie de arrestos de defensoras y defensores de los derechos humanos, activistas y periodistas, en una campaña sin precedentes contra la sociedad civil en Azerbaiyán que culminó en 2014 y 2015. Destacadas defensoras y defensores de los derechos humanos fueron condenados o detenidos por acusaciones falsas similares, entre ellos D. Rasul Jafarov, D. Intigam Aliyev, D.ª Leyla Yunus, D. Arif Yunusov y D. Rauf Mirqadirov. Todos ellos fueron puestos en libertad entre diciembre 2015 y marzo 2016, junto con Anar Mammadli, detenido desde 2013 y Hilal Mammadov, detenido desde 2012. El Observatorio recuerda que la liberación de prominentes prisioneros políticos no ha cambiado la naturaleza sistemática de la represión de las voces críticas en Azerbaiyán.
El Observatorio pide a las autoridades azerbaiyanas que pongan fin a toda forma de hostigamiento, incluso al hostigamiento judicial, contra todas las defensoras y defensores de los derechos humanos en el país y que garanticen que pueden desempeñar sus legítimas actividades de derechos humanos sin miedo a represalias.