El ex agente del servicio secreto sirio Eyad A. ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión acusado de complicidad en crímenes de lesa humanidad. En 2011, llevó a varios manifestantes a una cárcel secreta cerca de Damasco, conocida como Al Khatib o Unidad 251, donde fueron torturados y asesinados.
Eyad A. es un participante de nivel medio implicado en la vasta máquina de tortura sistemática del gobierno sirio, pero su caso tiene repercusiones más amplias en la búsqueda de rendición de cuentas por las atrocidades cometidas por los actores del régimen, que, desde 2011 han ejercido una brutal represión contra la población, con detenciones masivas, tortura sistemática, desapariciones forzadas y asesinatos.
El papel fundamental de las víctimas y de la sociedad civil
La condena de Eyad A. ha sido posible gracias al valor de las víctimas y de las personas supervivientes. Mazen Darwish, un abogado sirio que dirige el Centro Sirio para los Medios de Comunicación y Libertad de Expresión (SCM), destacó el papel fundamental que han desempeñado las personas supervivientes. “Gracias a su determinación, han hecho posible un avance que nadie podría haber imaginado hace tan solo unos años. Únicamente podemos reiterarles nuestro apoyo.”
SCM, que es miembro de la FIDH, desempeña un papel fundamental, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, al identificar a los autores, reunir pruebas, colaborar con la fiscalía para instruir las causas y aportar testimonios.
El propio Darwish, que permaneció encarcelado y fue torturado por el régimen sirio durante tres años y medio, explicó las repercusiones de este caso. “El veredicto emitido hoy por el tribunal de Coblenza no supone únicamente la condena del acusado, Eyad A., sino que es una acusación contra todos los servicios de seguridad de Siria, por todas las violaciones que han cometido. Y no es más que el principio.”
Jurisdicción universal: justicia en Alemania y en otros terceros países para los crímenes de Siria
Un tribunal alemán ha podido admitir un caso en virtud de la jurisdicción universal, que permite enjuiciar determinados abusos del derecho internacional en un país diferente a donde se cometieron, en este caso, Alemania.
Alemania, junto con Suecia es uno de los países europeos con la forma más amplia de jurisdicción universal, lo que permite que se investiguen y persigan crímenes internacionales graves cometidos en el extranjero, incluso cuando estos crímenes no afectan directamente a sus intereses nacionales. La jurisdicción internacional se basa en la premisa de que determinados crímenes afectan de forma tan profunda la conciencia de la humanidad que todo Estado tiene un interés en que sus autores rindan cuentas.
Dado que estos crímenes no pueden ser juzgados en Siria debido al poder del régimen y a la falta de independencia del poder judicial y teniendo en cuenta que la Corte Penal Internacional tiene las manos atadas por el veto de Rusia, el enjuiciamiento de los crímenes en terceros países es, por el momento, la forma más viable de establecer responsabilidades.
La abogada Clémence Bectarte, que coordina el Grupo de Acción Judicial de la FIDH, explicó la utilidad de la jurisdicción universal en relación con los crímenes cometidos en Siria. “Se trata del primer resultado del enorme trabajo realizado durante muchos años, primero por activistas y abogados sirios, refugiados, víctimas y testigos, con el apoyo de las ONG internacionales confrontadas a la enormidad de los crímenes cometidos por el régimen de Basar al Asad, la impotencia de la comunidad internacional, la imposibilidad de remitir el asunto a la Corte Penal Internacional y deseaban presentar denuncias en Europa ante los tribunales nacionales apelando a este principio de la jurisdicción universal.”
Próximos pasos
Actualmente se está celebrando el juicio de uno de los superiores de Eyad A., Anwar R., y se espera un veredicto para el próximo otoño. Ambos hombres fueron detenidos por las autoridades alemanas en 2019 y su proceso se inició en abril de 2020. Confiamos en que la condena de Eyad A. sea la primera de muchas otras, para evitar que queden impunes los brutales abusos cometidos durante la última década.
“Este veredicto significa que, al final, lograremos que se haga justicia. Significa que cuando las personas supervivientes lideran la lucha por la justicia y la rendición de cuentas, es posible lograr resultados.”
Existen muchos otros procedimientos en curso basados en la jurisdicción universal o extraterritorial por crímenes cometidos en Siria, algunos de ellos en Francia, en los que intervienen como parte civil la FIDH, su Grupo de Acción Judicial y el SCM.
El Mecanismo Internacional, Imparcial e Independiente para Ayudar en la Investigación y el Enjuiciamiento de los Responsables de los Delitos de Derecho Internacional Más Graves Cometidos en la República Árabe Siria desde Marzo de 2011 (IIIM) está recopilando, analizando y preservando las pruebas de los crímenes internacionales cometidos por diversos agentes en Siria, con el fin de contribuir a los procedimientos actuales y futuros, entre otros, los casos de jurisdicción universal en Europa. La FIDH y el SCM participan activamente en la presentación de información y en la colaboración con el IIIM.