Las víctimas de violencia sexual, utilizada como arma de guerra durante la revolución libia, ya pueden pedir reparación en el país. El ministro de Justicia, Salah El Marghany, había adoptado en febrero pasado un decreto sin precedente que reconocía a las víctimas de la violencia sexual como víctimas de guerra . En junio, se aprobó un segundo decreto que establecía la estructura encargada de identificar a las víctimas y de proporcionar a cada una de ellas la ayuda correspondiente.
La FIDH había participado en la organización en París de una conferencia al más alto nivel que reunió a diversos dirigentes políticos franceses para manifestar su apoyo a este texto y para pedir al Congreso libio que asumiese su responsabilidad en relación a este asunto y terminase con el tabú que rodea a la violación y a la violencia sexual.
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