5 de octubre de 2025. Las personas participantes en la Flotilla, que se encuentran en su mayoría detenidas ilegalmente por Israel desde el 2 de octubre en condiciones especialmente duras, en la prisión de Ketziot, en el Naqab (Neguev), al sur de Israel, están sometidas a abusos y malos tratos. Entre las condiciones que se les impone están la violencia física, el acoso verbal, la privación de agua potable, comida, sueño y medicamentos, así como un confinamiento prolongado en posiciones incómodas y estresantes. Según el derecho internacional se trata de actos de tortura.
Alexis Deswaef, uno de los dos vicepresidentes de la FIDH, actualmente en huelga de hambre junto con Aziz Rhali, resultó herido por un cañón de agua utilizado por la marina israelí durante una maniobra de intimidación contra el barco en el que se encontraba. La organización miembro de la FIDH, Adalah, ha documentado estos hechos y se ocupa de la representación legal de las personas de la Flotilla detenidas. Las representaciones de las embajadas y consulados que se han reunido con las personas de la Flotilla procedentes de sus países respectivos, se han hecho eco de estas mismas informaciones. Los miembros de la Flotilla ya expulsados también han denunciado estos abusos en los medios de comunicación, en particular los que se han infligido a la activista sueca Greta Thunberg.
Además, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, fue filmado en un video difundido la noche del 2 de octubre en el que se veía a las personas de la Flotilla detenidas mientras profería insultos en su contra y las acusaba en hebreo de ser terroristas. Se les presentaron asimismo documentos redactados en hebreo con la orden de firmarlos. Las personas que se negaron a firmar estos documentos continúan detenidas.
La FIDH condena con la mayor firmeza el secuestro de los miembros de la Flotilla y los malos tratos que están sufriendo. La FIDH exige su liberación inmediata e incondicional. La FIDH insta a que se ponga fin al uso generalizado de tratos inhumanos en los centros de detención israelíes. Además, pide a los Estados, en particular a los de la Unión Europea, que reconozcan el carácter sistémico e institucionalizado de la tortura en Israel y respondan en consecuencia.
Mientras continúa el genocidio en Gaza, a pesar de todos los acuerdos y las instrucciones de Estados Unidos para alcanzar el cese de las hostilidades en los últimos días, la misión de la Flotilla sigue estando tristemente de actualidad. Romper el bloqueo, exigir el alto el fuego y poner fin al asesinato en masa de personas palestinas en Gaza son cuestiones hoy más necesarias que nunca, en las que los países aliados y cómplices de Israel llevan casi dos años fracasando lamentablemente.