Aunque la comunidad internacional ha acogido con satisfacción el acuerdo de alto el fuego adoptado por las partes en conflicto, que permite salvar vidas tras once días de enfrentamientos mortales, en estos momentos resulta aún más urgente acabar con la impunidad y abordar las causas profundas de este ciclo de violencia.
El número de víctimas de los agresivos ataques israelíes contra la población palestina es muy elevado, por lo que la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y sus organizaciones miembros hacen un llamado a la comunidad internacional para que adopte medidas inmediatas, efectivas y concretas para poner fin a la opresión del pueblo palestino por parte de Israel, a las violaciones del derecho internacional y a los posibles crímenes de guerra.
Dado que desde hace años se está produciendo una anexión de facto a través de diversas políticas israelís, como la continua apropiación de tierras y propiedades palestinas, así como el establecimiento y la expansión de los asentamientos ilegales de Israel, es importante que la respuesta de la comunidad internacional aborde las causas profundas de la lucha palestina con vistas a poner fin a la impunidad de estos crímenes.
Esta reciente escalada comenzó tras el desalojo programado de ocho familias palestinas de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah de Jerusalén. Se trata de familias refugiadas a las que se instaló en este barrio en coordinación con el Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (UNRWA), tras ser expulsados por la fuerza de su ciudad natal en la Nakba de 1948. Se sigue aplicando con total impunidad la política israelí de fragmentación, desposesión, manipulación demográfica y traslado de población inherente a su régimen de colonización y de apartheid, que tiene por objeto expulsar a la población palestina y reemplazarla por israelíes. Este ciclo repetitivo de violencia es producto de la prolongada impunidad de la que disfruta Israel por sus violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, que tememos aumente y se repita en caso de que se lleve a cabo una mera desescalada, si no logramos que las violaciones del derecho internacional tengan consecuencias concretas.
Durante once días, Israel ha intensificado de forma desproporcionada sus ataques contra la población palestina. En flagrante violación del derecho internacional, las fuerzas de ocupación y los colonos israelís han invadido el recinto de la mezquita de Al Aqsa y han hecho un uso excesivo de la fuerza contra fieles, manifestantes y transeúntes.
Los ataques aéreos israelís en Gaza han matado a más de 230 personas palestinas hasta la fecha, entre ellos, al menos a 62 niños y niñas y 34 mujeres, según el Ministerio de Salud palestino en Gaza. Desde que comenzaron los ataques aéreos israelís sobre Gaza esta semana, al menos 2400 personas palestinas han resultado heridas, aunque se prevé que la cifra aumente, ya que aún se están realizando operaciones de búsqueda. Las hostilidades en Gaza han causado el desplazamiento de más de 58 000 personas, muchas de las cuales buscan protección en las escuelas del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, ya que Israel impide la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. Los bienes públicos protegidos por el derecho internacional humanitario, como las clínicas médicas, los medios de comunicación, el Consejo Legislativo, las escuelas y los centros culturales, las infraestructuras como el agua, la electricidad y las carreteras, entre otras, también han sido objeto de ataques, lo que podría constituir graves violaciones del derecho internacional y probablemente crímenes de guerra.
Al mismo tiempo, doce civiles israelís, entre ellos un niño y una niña, han muerto debido a cohetes lanzados desde Gaza por grupos armados palestinos contra zonas urbanas israelís. Cabe destacar que dirigir de forma intencionada ataques contra civiles y llevar a cabo intencionadamente ataques desproporcionados e indiscriminados constituye una violación del derecho internacional humanitario.
En este contexto, las medidas que se adopten en el marco de los mecanismos internacionales de justicia y rendición de cuentas, incluida la investigación por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre la situación en Palestina son fundamentales para obstaculizar el ciclo de violaciones. Es necesario recordar que el pasado mes de abril, representantes de las familias palestinas de Sheikh Jarrah enviaron una carta, respaldada por más de 190 organizaciones, a la Fiscalía de la CPI, en la que pedían que se incluyese de forma urgente el inminente desplazamiento forzoso de la población palestina de este barrio en la investigación abierta.
Ahora es necesario garantizar que las violaciones del derecho internacional no se repiten y no quedan impunes. Por ello, pedimos a la comunidad internacional que adopte las siguientes cinco medidas inmediatas, efectivas y concretas para poner fin a este ciclo de violencia e impunidad y proteger al pueblo palestino:
- pedir a los Estados que adopten un embargo sobre el suministro, la venta o la transferencia directa e indirecta de todas las armas y municiones a las partes en conflicto;
- apoyar pública y activamente los esfuerzos para la rendición de cuentas, incluida la investigación en curso de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre los crímenes internacionales cometidos en Palestina (incluida la Franja de Gaza y Cisjordania);
- pedir una investigación independiente sobre las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos tanto en Palestina (incluyendo Gaza y Cisjordania) como en Israel; y
- imponer sanciones selectivas a los responsables de violaciones de los derechos humanos e infracciones graves del derecho internacional humanitario.
- Instar a Israel a que cumpla con su obligación legal de levantar el bloqueo de Gaza y a que ponga fin a sus leyes y prácticas discriminatorias, así como a sus actividades de asentamiento en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental.