Este informe documenta el acoso judicial del que son objeto once defensores y defensoras de los derechos humanos, entre los que hay abogados, maestros, doctores y blogueros. Todos ellos han sufrido o han recibido amenazas de encarcelamiento, tortura o apatridia a consecuencia de sus actividades de defensa de los derechos humanos.
"No cabe duda de que el poder judicial está haciendo todo lo posible para ayudar al régimen a silenciar la disensión y amordazar a quienes se pronuncian contra las violaciones de los derechos humanos que se están cometiendo en Bahrein" , afirmó Safya Akorri, abogada francesa encargada por el Observatorio de reunir testimonios en Bahrein sobre la situación de los defensores y defensoras de los derechos humanos.
Cuatro años después de las masivas manifestaciones prodemocracia de la Plaza de la Perla, el arsenal jurídico de Bahrein ha evolucionado para permitir una represión aún mayor del derecho a la libertad de expresión y de reunión. Las enmiendas realizadas a las leyes antiterroristas en 2013 y a la ley de ciudadanía en Bahrein en julio de 2014, la última de las cuales permite al Ministerio del Interior retirar la nacionalidad a quienes considera que hayan "causado daño a los intereses del Reino", han asolado a la sociedad civil bahreiní.
"Los defensores y defensoras de los derechos humanos en Bahrein viven los peores momentos de sus vidas" , informa Mohammad al-Maskati, expresidente de la Sociedad Juvenil de Bahrein por los Derechos Humanos (BYSHR) y actual asesor sobre seguridad digital de Front Line Defenders.
El juicio del vicesecretario general de la FIDH, Nabeel Rajab, presidente del Centro Bahreiní de los Derechos Humanos (BCHR), impulsó la misión, aunque el nuevo informe también documenta los casos de defensores y defensoras de los derechos humanos menos conocidos que han sido objeto de acoso judicial por parte de las autoridades de Bahrein. Algunos de ellos están actualmente en la cárcel y han sido sometidos a graves torturas.
Desde el maestro Mahdi Abu Deeb, el enfermero Ibrahim Al-Dimistani, el bloguero Naji Fateel, la activista de los derechos de las mujeres Ghada Jamsheer, el activista Hussain Jawad, el abogado Taimoor Karimi, el activista Abdulhadi Al-Khawaja y la bloguera Zainab Al-Khawaja hasta los activistas Mohammed Al-Maskati, Nabeel Rajab y Sayed Ahmed Al-Wedaei, todos ellos han sido acusados de diversos cargos, que van desde "obstaculizar el tráfico" a "reunir fondos de Bahrein y del extranjero sin autorización", "reunión ilegal" e incluso "incitar al odio contra el régimen".
Este acoso judicial constante tiene repercusiones psicológicas, sociales y físicas en sus víctimas e impide a quienes lo sufren llevar a cabo su trabajo en el ámbito de los derechos humanos. Algunos de ellos también han informado haber sufrido graves actos de tortura durante su detención. Hasta la fecha, las autoridades no han investigado debidamente estas alegaciones.
"Reiteramos nuestro llamamiento para la inmediata puesta en libertad del vicesecretario general de la FIDH Nabeel Rajab y de todos los defensores y defensoras de los derechos humanos actualmente encarcelados en Bahrein" , afirmó hoy el presidente de la FIDH Karim Lahidji.
"Ya es hora de que las autoridades de Bahrein abandonen las reformas vacías y la retórica de derechos humanos a nivel internacional y lleven a cabo auténticas y efectivas reformas en línea con sus obligaciones y compromisos internacionales", concluyó el secretario general del OMCT Gerald Staberock.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos (OBS) se creó en 1997 de forma conjunta por la FIDH y el OMCT. El objetivo de este programa es intervenir para evitar o para remediar las situaciones de represión de los defensores y defensoras de los derechos humanos.
Véase el informe de la misión (en inglés) de la delegación del Observatorio con una lista de recomendaciones para las autoridades de Bahrein, las Naciones Unidas, la Unión Europea y otros cuerpos diplomáticos extranjeros.
Descargar el informe completo aquí (en inglés).