El juez de instrucción del tribunal de primera instancia de Nîmes ha emitido un auto de procesamiento contra dos presuntos torturadores argelinos residentes en Francia, Hocine Mohamed y Abdelkader Mohamed.
Ambos están acusados de delitos de tortura y de desapariciones forzadas cometidas en nombre de la lucha antiterrorista en la región argelina de Relizane, en los años 90. El juicio se celebrará ante el Tribunal Penal del departamento de Gard. Nuestras organizaciones [1], que habían presentado una querella criminal en 2003 contra los hermanos Mohamed y que acompañan a las siete víctimas argelinas que se han constituido en parte civil, han acogido este auto con gran satisfacción.
"Es la primera vez en la historia que se juzga a ciudadanos argelinos por delitos cometidos en Argelia durante los años de plomo", declaró Patrick Baudouin, presidente honorario de la FIDH y responsable del Grupo de Acción Judicial.
"Esperamos que este proceso marque un cambio de rumbo en la lucha contra la impunidad que ha caracterizado a estos delitos" añadió Michel Tubiana, presidente honorario de la LDH.
Este auto es resultado de más de diez años de proceso judicial. El tribunal de primera instancia de Nîmes había abierto una investigación tras la denuncia presentada por la FIDH y la LDH en octubre de 2003, que supuso la imputación de Hocine y Abdelkader Mohamed y su sometimiento a control judicial. Esta investigación judicial había permitido recabar testimonios concluyentes contra los milicianos. En julio de 2013, el ministerio fiscal de Nîmes solicitó ante el tribunal de lo penal la acusación formal de los hermanos Mohamed.
Preguntas y respuestas sobre el caso Relizane |
La celebración de este proceso en Francia reviste especial importancia tras la adopción en Argelia en 2005 de la Carta por la Paz y la Reconciliación Nacional, que prohíbe mencionar en público la guerra civil que asoló el país. En este contexto, en Argelia resulta imposible tomar cualquier medida destinada a establecer cualquier responsabilidad por los crímenes cometidos durante ese periodo, lo que explica el hecho de que las víctimas hayan recurrido a la justicia francesa.
El proceso se celebrará en Francia, en virtud de la competencia extraterritorial de la jurisdicción francesa por el delito de tortura.
Contexto:
En los años 90, tuvo lugar en Argelia una guerra muy violenta en la que se enfrentaron los servicios de seguridad, las milicias armadas por el Estados y los grupos islamistas armados. En este marco las ejecuciones sumarias, los asesinatos, los actos de tortura, las violaciones, secuestros y desapariciones se habían convertido en una práctica habitual por parte de las diferentes partes en conflicto y se perpetraron con total impunidad. A principios de 1994 había en la wilaya (o provincia compuesta por 38 municipios) de Relizane 450 miembros pertenecientes a grupos de "legítima defensa".
Los jefes de las milicias habían sido reclutados entre los presidentes de las delegaciones ejecutivas municipales (DEC, por sus siglas en francés) de la provincia de Relizane. Estas delegaciones habían sido instauradas en 1992 por el Ministerio del Interior tras la disolución de las asambleas populares municipales o ayuntamientos, controlados por el Frente Islámico de Salvación (FIS). Para los milicianos, participar en las milicias les proporcionaba además una fuente importante de enriquecimiento, a través de robos o pillajes, aunque recibían también un sueldo de Estado.
Las milicias de Relizane destacaron, entre 1994 y 1997, por las numerosas atrocidades perpetradas en su circunscripción contra la población civil, que estaba a su merced.
Formaban parte de estas milicias, Hocine Mohamed, primer adjunto del presidente de la delegación ejecutiva municipal de Relizane, y su hermano, Abdelkader Mohamed, presidente de la delegación ejecutiva municipal de H’madna y líder de la milicia de este ayuntamiento, ambos sospechosos de haber cometido estas atrocidades y de aterrorizar a la población.