París, Kiev, La Haya, 6 de junio de 2024. Hoy, la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) ha presentado una comunicación en virtud del artículo 15 del Estatuto de Roma a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), llamando la atención de la Corte sobre la naturaleza criminal del discurso de odio en los medios de comunicación rusos que ha alimentado crímenes internacionales en Ucrania, y tratando de instar a la Fiscalía a solicitar órdenes de detención.
El escrito va dirigido contra Dmitri Medvédev, ex presidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa; Vladimir Soloviov, presentador de un popular programa de televisión en el canal estatal Russia-1;Margarita Simonyan, editora jefe de Russia Today; Dmitri Kiselyov, director del grupo mediático estatal Rossiya Segodnya, y Serguéi Mardan, popular presentador de radio y televisión. Todos ellos han participado en una campaña de odio contra los civiles ucranianos, alentando y facilitando los crímenes de guerra y otras atrocidades de Rusia. La FIDH y sus socios también creen que Alexey Gromov, Primer Adjunto del Jefe de Gabinete de la Oficina Ejecutiva Presidencial, es responsable de los mismos actos como superior que ha ordenado su comisión o no los ha impedido.
Otros crímenes internacionales
Desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022, han salido a la luz pruebas sustanciales de numerosas atrocidades cometidas por las fuerzas armadas rusas. Los asesinatos en masa en Bucha, las cámaras de tortura en Kherson, los traslados forzosos de civiles a prisiones rusas y otros presuntos crímenes internacionales han ido acompañados, y potencialmente facilitados, por la retórica utilizada por figuras públicas rusas. Desde 2014, y en particular después de la invasión a gran escala, los llamamientos a la destrucción de Ucrania y las represiones contra los ucranianos que se oponen a la agresión de Rusia, el lenguaje denigrante que los presenta como "nazis" y otras formas de discurso de odio se han propagado regularmente en los canales de televisión controlados por el Estado, la radio y las redes sociales.
"Cada día mueren ucranianos bajo las bombas rusas, civiles ucranianos en la ocupación son detenidos y torturados, niños ucranianos son deportados a Rusia, todo porque Rusia quiere convertirlos en parte del mundo ruso", ha declarado Oleksandra Matviichuk, vicepresidenta de la FIDH y directora del Centro para las Libertades Civiles. "Estas graves violaciones de los derechos humanos no serían posibles sin la campaña deshumanizadora de los propagandistas rusos, que son tan culpables como los que accionan sus gatillos matando a civiles ucranianos".
El artículo 15 del Estatuto de Roma permite al fiscal de la CPI recibir de organizaciones no gubernamentales información sobre crímenes de la competencia de la Corte y decidir si abre una investigación o se centra en un crimen concreto. La Comunicación de la FIDH a la CPI pretende demostrar que el discurso de odio de Medvedev, Solovyov, Simonyan, Kiselyov y Mardan constituye persecución, un crimen contra la humanidad, en virtud del artículo 7 del Estatuto de Roma. También fundamenta la responsabilidad de Gromov por haber ordenado o permitido la comisión de tales actos, en virtud de los artículos 25 o 28 del Estatuto de Roma, respectivamente.
"La retórica del odio ha desempeñado un papel crucial en la campaña criminal de Rusia en Ucrania", señala Ilya Nuzov, Jefe de la Sección de Justicia Internacional de la FIDH. "Nuestras organizaciones creen que, en el contexto de los crímenes contra la humanidad, la incitación al odio es un delito independiente que merece un mayor escrutinio por parte de la Corte Penal Internacional. Nuestra Comunicación aporta abundantes pruebas que corroboran la necesidad de seguir investigando estos actos y, en última instancia, dictar órdenes de detención."
Para esta Comunicación, la FIDH ha analizado más de 2.000 segmentos de vídeo con declaraciones realizadas por los presuntos autores entre el 24 de febrero de 2022 y el 24 de febrero de 2024. Para ello, la FIDH y sus socios archiveros han colaborado con el Archivo de Guerra de Ucrania y la Unidad de Verificación Digital de la Universidad de Essex. La Comunicación, de 110 páginas, ha identificado más de 300 declaraciones que constituyen discurso de odio, equivalente al crimen contra la humanidad de persecución. Las partes que presentaron la comunicación han preparado un Q&A en el que se resumen sus conclusiones, se exponen los motivos de esta presentación y se presentan nuestras principales peticiones.
La presentación ante la Corte Penal Internacional se preparó con el apoyo de la Unión Europea en el marco del proyecto "Documentar los crímenes internacionales cometidos por las fuerzas armadas rusas tras la reinvasión de Ucrania".