Ningún país puede considerarse "seguro". Este es el espíritu de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que establece un examen individual de cada petición de asilo: cada situación personal es única.
Calificar a un país como "país de origen seguro" sugiere que no existe un riesgo general de persecución y que se respeta el Estado de derecho. Un país "seguro" también puede calificarse como "país tercero seguro" cuando los solicitantes de asilo que han transitado por dicho país pueden ser devueltos al mismo ya que sus procedimiento de asilo están en línea con las normas jurídicas nacionales y europeas sobre refugiados. Muchos ejemplos demuestran que, a menudo, las normas de derechos humanos no se cumplen.
La noción de seguridad como herramienta de examen puede tener nefastas consecuencias en los derechos de los solicitantes de asilo (véase el análisis, en inglés) en forma de procedimientos acelerados, apelaciones no suspensivas, es decir, expulsión antes de que se tome una decisión definitiva y probable rechazo de la solicitud si no es inadmisible en el caso de "países terceros seguros".
La Unión Europea está debatiendo un borrador del reglamento que establece una lista común de la UE de países de origen seguros en la que están incluidos, entre otros, Albania, que hasta la fecha únicamente figura en ocho de las listas nacionales de países seguros de origen, de las doce existentes (Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Luxemburgo, Reino Unido y la República Checa).
La AEDH, EuroMed Rights y la FIDH se oponen a la noción de "seguridad" que normalmente se usa como medio para expulsar a personas hacia un país donde, supuestamente, no correrían riesgo: ¿es realmente el caso?
Descargar Serbia: ¿Un país seguro? (EN)