Rusia: la comunidad LGBTQI+ perseguida incluso en los libros

21/05/2025
Declaración
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Alexander NEMENOV / AFP

En la Rusia de Vladimir Putin, la represión contra la comunidad LGBTQI+ llega incluso hasta las librerías, editoriales y autores y autoras. En caso de difundir libros que "fomenten el extremismo", se enfrentan a penas de hasta 12 años de prisión.

París, 21 de mayo de 2025. El jueves 15 de mayo de 2025, el tribunal Zamoskvoretski de la ciudad de Moscú ordenó el arresto domiciliario de tres personas trabajadoras de las editoriales Popcorn Books e Individuum. Otras diez personas de la plantilla sufrieron registros en sus domicilios. Durante estos registros, las fuerzas del orden incautaron más de mil ejemplares de libros acusados de hacer "propaganda del movimiento LGBT, reconocido como organización extremista", en virtud del artículo 282.2 1.1) del Código Penal ruso, según el Comité de Investigación de la Federación de Rusia. Este artículo prohíbe "la inclinación, el reclutamiento o cualquier otra forma de participación de una persona en las actividades de una organización extremista", bajo pena de hasta 12 años de prisión.

Entre estas obras se encontraban dos libros de Becky Albertalli y el cómic Heartstopper, de Alice Oseman.

Estos hechos se producen tras las redadas policiales realizadas en varias librerías emblemáticas de Moscú, San Petersburgo y Novosibirsk entre marzo y abril de 2025. Se abrió un procedimiento administrativo contra la librería moscovita Falanster por colaborar con una "organización indeseable", mientras que la librería de San Petersburgo Podpisnye Izdaniya fue acusada de hacer "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales".

Las editoriales en el punto de mira

Este "caso de las editoriales" destaca por su carácter excepcional y preocupante, ya que se trata de la primera vez que la difusión de libros podría acarrear una pena de 12 años de prisión. Ningún libro queer ha sido aún reconocido formalmente como "extremista" en Rusia.

Según la investigación, "la ideología LGBT" contribuiría a:
 crear entre el público lector "una imagen atractiva de las relaciones sexuales no tradicionales" (no heterosexuales);
 promover "la ideología de la equivalencia moral total" entre las relaciones tradicionales y no tradicionales;
 legitimar el matrimonio entre personas del mismo sexo;
 permitir la adopción y la educación de niños y niñas por parte de parejas del mismo sexo;
 fomentar la convicción de que tales ideas son atractivas y aceptables.

La difusión de estos libros constituiría una "actividad extremista". El 30 de noviembre de 2023, el Tribunal Supremo de Rusia reconoció como extremista el "movimiento público internacional LGBT". Este término no designa una entidad jurídica concreta, ya que se refiere a cualquier activismo en favor de la defensa de los derechos fundamentales de las personas LGBTQI+, o incluso a cualquier vinculación pública con la comunidad LGBTQI+. En su decisión, el Tribunal Supremo ruso designa como símbolo del "movimiento" la bandera arcoíris de seis franjas y cita como signos distintivos de sus participantes el uso de la escritura inclusiva.

Según la sentencia, este "movimiento" formaría parte de una política destinada a reducir la natalidad, principalmente al fomentar tipos de relaciones familiares no tradicionales. Como ya ha señalado en varias ocasiones la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), la crisis demográfica que atraviesa actualmente el país es consecuencia, principalmente, de la guerra, la movilización y la emigración.

Cinco días de detención por unos pendientes arcoíris

La decisión del Tribunal Supremo del 30 de noviembre de 2023, que entró en vigor el 10 de enero de 2024, ha abierto la vía a nuevas detenciones y persecuciones contra la comunidad LGBTQI+. Desde entonces, también se han intensificado las redadas de las fuerzas de seguridad rusas en los clubes LGBTQI+: se han abierto causas penales contra la propiedad o la dirección de los locales, mientras que se persigue a quienes participan en las fiestas, por el momento, en virtud del artículo administrativo sobre "propaganda LGBT".

Se ha detenido al director de una agencia de viajes que ofrecía viajes para personas LGBTQI+ por "creación de una organización extremista", tras lo que un mes después se suicidó en prisión.

La exhibición y el uso de símbolos asociados a una "organización extremista" son punibles con sanciones administrativas (artículo 20.3 del Código de Infracciones Administrativas). Uno de los casos más conocidos es el de una joven de Nizhni Nóvgorod, condenada a cinco días de detención por llevar pendientes en forma de rana con los colores del arcoíris. En total, las personas defensoras de los derechos humanos han registrado 64 casos administrativos relacionados con la exhibición de símbolos LGBTQI+ considerados "extremistas" desde principios de 2024. En esta misma línea, en 2020 se impuso una multa por difundir en una red social una imagen de la rana Pepe con una peluca arcoíris.

Un proceso de represión bien establecido

El 19 de mayo, un tribunal de Moscú impuso una multa de 7,5 millones de rublos (unos 83 000 euros) a la empresa Apple por "propaganda LGBT". Se desconoce el motivo exacto de esta decisión, ya que la abogada de la empresa solicitó que la vista se celebrara a puerta cerrada.

Esta decisión del Tribunal Supremo reforzó un proceso de represión ya bien establecido. Desde 2022, se llevan a cabo registros periódicos en las librerías rusas, en los que se incauta "literatura prohibida". En octubre de 2022, el Ministerio de Justicia ya había designado como "agentes extranjeros" a los antiguos propietarios de Individuum y Popcorn Books, Andrei Baev y Alexei Dokoutchaev. En aquel momento, los procesos judiciales contra ellos estaban relacionados con la publicación de la novela El verano en un pañuelo de pionera, escrita por Elena Malisova y Katia Silvanova, a las que se declaró agentes extranjeras en febrero de 2023. Los editores y las editoras tuvieron que vender sus empresas y abandonar Rusia.

La FIDH observa y se preocupa por este nuevo ataque a los derechos de las personas LGBTQI+ en Rusia, que se inscribe en una tendencia mundial de retroceso de los derechos de las personas LGBTQI+ y de auge de las ideologías reaccionarias. Hace un llamamiento a una vigilancia mayor, constante y solidaria.

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