La FIDH y Memorial HRDC instan a Rusia a liberar a todos los manifestantes pacíficos detenidos en relación a las protestas del 21 de septiembre, a retirar todos los cargos contra ellos y a permitir que sus ciudadanos y ciudadanas ejerzan libremente sus derechos fundamentales, entre ellos la libertad de reunión, de expresión y el derecho a no ser detenidos arbitrariamente. Las dos organizaciones piden además al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que adopte una resolución que cree un mandato de Relator Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la Federación Rusa en la próxima 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Rusia es más represiva que nunca en la era postsoviética
Ilya Nuzov, jefe de la oficina de Europa del Este y Asia Central de la FIDH, comenta: "Hoy en día, Rusia es más represiva de lo que ha sido nunca en la era postsoviética. Las protestas contra la movilización anunciada y la guerra en Ucrania son fácilmente sofocadas mediante el uso de la violencia y una serie de artículos penales para perseguir la más mínima disidencia. Por ello, la FIDH pide una respuesta internacional más contundente para hacer frente a la crisis de los derechos humanos en Rusia, que repercuta en la paz y en la seguridad".
Aleksandr Cherkasov, director de HRDC Memorial, añadió: "Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, en un esfuerzo por controlar y reprimir a la sociedad, las autoridades han abierto más de un centenar de casos penales y han redactado decenas de miles de protocolos en virtud de los artículos "antiguerra" y "reunión de masas" del Código Administrativo. El 21 de septiembre, Rusia entró en una nueva fase de escalada, no sólo de la guerra, sino también de la represión interna. Las manifestaciones de ayer reflejan el sentir de una parte importante de la sociedad rusa que no aprueba la guerra. Necesitan apoyo".
La FIDH y HRDC Memorial están preocupados por los informes de que muchos detenidos han sido obligados a firmar citaciones de movilización. Si no se presentan en la oficina de alistamiento militar, los rusos se enfrentan a cargos administrativos y hasta dos años de prisión, según el artículo 328 del Código Penal de Rusia. Ambas organizaciones recuerdan que el derecho de toda persona a objetar en conciencia al servicio militar es un ejercicio legítimo del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, tal y como establece el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Antecedentes: Protestas a nivel nacional el 21 de septiembre de 2022
El 21 de septiembre de 2022 se produjeron protestas en todo el país en respuesta a la "movilización parcial" anunciada por el presidente Vladimir Putin. Muchos manifestantes gritaron eslóganes contra la guerra, arriesgándose a recibir fuertes multas, ser detenidos y procesados en virtud de las nuevas disposiciones del Código Penal de la Federación Rusa que prohíben el descrédito de las fuerzas armadas. A pesar del carácter pacífico de las manifestaciones, algunos manifestantes detenidos fueron acusados de violar el Código Administrativo de Rusia por infringir las normas que rigen las reuniones de masas.
El proyecto de derechos humanos OVD-info informó de numerosos casos de golpes con porras, patadas y otros casos de violencia contra manifestantes pacíficos durante las detenciones. El proyecto informa además de la detención ilegal de nueve periodistas y 33 menores. Muchos de los detenidos recibieron órdenes de presentarse en la oficina de alistamiento militar. A pesar del carácter pacífico de las manifestaciones, algunos manifestantes detenidos fueron acusados de violar el Código Administrativo por infringir las normas que rigen las reuniones de masas en Rusia.
Citaciones judiciales incluso sin haber hecho el servicio militar
En la mañana del 21 de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una "movilización parcial" en Rusia. En su discurso a los rusos, Putin dijo que, a partir del 21 de septiembre, "sólo serán objeto de movilización los ciudadanos que estén en la reserva", principalmente las personas que hayan hecho el servicio militar, tengan especialidades de registro militar y experiencia de combate. Al mismo tiempo, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, anunció que el objetivo era reclutar a 300.000 personas. Ya se sabe que no es así, y las convocatorias se reparten a todos los que las autoridades pueden alcanzar.
El 20 de septiembre, un día antes de que se anunciara la movilización, los diputados de la Duma aprobaron en segunda y tercera lectura nuevas enmiendas al Código Penal, que endurecen el castigo por negarse a combatir. Según las nuevas normas, la deserción puede acarrear hasta 10 años de prisión, mientras que la negativa a participar en la guerra puede ser castigada con hasta tres años de cárcel, mientras que la entrega voluntaria al enemigo se castiga con hasta 10 años de prisión. Además, se modificó el Código Penal para añadir los conceptos de "movilización" y "ley marcial" (aunque las nuevas enmiendas no introducen la movilización propiamente dicha en Rusia).